Iberdrola prevé invertir 41.000 millones en dos años para lograr un beneficio de hasta 5.800 millones
El 85% de las inversiones tendrán por destino mercados con rating 'A'
La eléctrica bilbaína del Ibex 35, Iberdrola, prevé invertir alrededor de 41.000 millones de euros entre 2024 y 2026 con el objetivo de alcanzar un beneficio que ronde entre los 5.600 millones de euros y los 5.800 millones de euros al final del periodo. Así lo reflejan las cifras presentadas por la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán con motivo de su Capital Markets Day que se celebra este jueves en Londres.
De esta cifra inversora, que incluye la compra del 18,4% de Avangrid por unos 2.280 millones de euros para hacerse así con el 100% de su filial estadounidense, los socios de la compañía en renovables -como el fondo soberano noruego Norges o Masdar- contribuirán con 5.000 millones de euros, llevando la inversión neta así de Iberdrola a los 36.000 millones de euros.
Inversiones de Iberdrola
El 85% de las inversiones tendrán por destino mercados con rating ‘A’; siendo Estados Unidos el principal foco inversor para la energética, con el 35%; seguido de:
- Reino Unido: 24%
- Iberia -España y Portugal-: 15%
- Latinoamérica: 15%
- Alemania, Francia, Australia y otros países de la Unión Europea: 11%
Este esfuerzo inversor permite al grupo aspirar a un resultado bruto de explotación (Ebitda) de entre los 16.500-17.000 millones de euros en 2026, con los negocios de redes y renovables, aportando en torno al 50% cada uno. Iberdrola, asimismo, se ha marcado el objetivo de que el 70% de su Ebitda no esté vinculado al precio del mercado eléctrico mayorista en 2026.
Con estos resultados, Iberdrola prevé distribuir entre sus accionistas unos 11.000 millones de euros en dividendos en el periodo a través de una política de remuneración a sus accionistas por la que destinará entre el 65% y el 75% del pay out, en inglés-, lo que permitirá alcanzar un dividendo de entre 0,61 y 0,66 euros por acción en 2026.
Además, el grupo fija un suelo del dividendo de 0,55 euros para este periodo, dentro del programa de Iberdrola Retribución Flexible, que incluye la recompra de títulos.
Foco en las redes
Por negocios, las redes eléctricas serán el principal segmento de estas inversiones, con el 60%, unos 21.500 millones de euros, dedicados principalmente a ampliar y reforzar las redes en EEUU, Reino Unido, Brasil y España.
El presidente del grupo, Ignacio Galán, destacó que esta nueva hoja de ruta de la eléctrica está basado en el crecimiento orgánico focalizado en el desarrollo de las redes en mercados con alta calificación crediticia y en un selectivo crecimiento de las renovables, que permita la sustitución de los combustibles fósiles y el crecimiento del almacenamiento de la energía.
Así, subrayó que la electrificación «es imparable» y que las previsiones apuntan a que «esta tendencia aumentará exponencialmente en los próximos años como única alternativa para dar respuesta a los retos actuales de la industria energética».
«Para ello harán falta más redes eléctricas para conectar la demanda, más energía limpia que sustituya los combustibles fósiles y más almacenamiento, que dé estabilidad al sistema y a los precios. Iberdrola ya está bien posicionada en estas áreas, y cuenta con experiencia y oportunidades para crecer orgánicamente en nuestros mercados clave», dijo.
Dentro de esta apuesta por las redes, más de 6.500 millones de euros tendrán por destino las redes de transporte, lo que permitirá a Iberdrola incrementar su base de activos hasta los 54.000 millones de euros para 2026, 12.000 millones de euros más que en 2023 y un 38% más que en 2022. Mientras, los activos en redes de transporte rebasarán los 15.000 millones de euros.
Un 85% de las inversiones en redes van dirigidas a mercados con marcos cerrados para los próximos años y el 80% del beneficio bruto de este negocio está protegido de la inflación y de los tipos de interés.
Apuesta por las renovables
Otra de las palancas de crecimiento de Iberdrola en los próximos tres años serán las renovables, donde prevé invertir 15.500 millones de euros brutos -incluyendo los 5.000 millones de euros que la empresa pretende alcanzar con socios estratégicos en proyectos en curso-.
De este montante, más de la mitad se focalizará en eólica marina en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania; un 28%, en eólica terrestre y un 18%, en solar. Además, el 100% de la inversión se destina a proyectos ya en construcción.
Igualmente, impulsará su apuesta por el almacenamiento como una tecnología estratégica para estabilizar los precios en el mercado y evitar la volatilidad en los márgenes, destinando así 1.500 millones de euros con el objetivo de alcanzar los 120 millones de kilovatios hora (kWh) de capacidad de almacenamiento a través del bombeo, lo que supone un incremento del 20%. Además, el grupo contará con una cartera de 150 millones de kWh.
En lo que se refiere al negocio de clientes, destinará 2.500 millones de euros, teniendo entre el 70% y el 80% de la energía vendida de clientes a largo plazo -principalmente PPAs y generación regulada-.
Además, el 85% de las ventas con márgenes asegurados están cerradas a 2026, cuando se alcanzarán entre los 140.000 y los 150.000 gigavatios hora (GWh).
Por otra parte, Iberdrola ha mejorado su estimación para 2025, elevando su previsión de beneficio neto a la parte alta del rango, hasta los 5.300-5.400 millones de euros.
Asimismo, Iberdrola ha reafirmado las perspectivas para 2030, impulsadas por la necesidad de acelerar la electrificación, con las metas de contar con unos activos de redes entre los 65.000 y los 70.000 millones de euros, de los cuales 30% serán en transporte y alcanzar los 100.000 GW de cartera renovable para desarrollo futuro.
A partir de 2027, la compañía ya contará con 3.000 nuevos megavatios (MW) de eólica marina operativos, alcanzando así los 5.000 MW marinos y prevé poner en marcha 6.000 MW eólicos y solares.
Las actividades de la compañía crearán 10.000 puestos de trabajo a nivel mundial en los próximos tres años, lo que permitirá aumentar a los 500.000 puestos en toda nuestra cadena de suministro.
Igualmente, dentro de esta nueva estrategia, Iberdrola pretende compatibilizar su crecimiento con el objetivo de cero emisiones en sus centrales de generación y consumos propios a 2030 y en todas sus actividades a 2040.
También mantiene su compromiso con la igualdad de género: las mujeres ya representan un 34,5% de las posiciones directivas y este porcentaje subirá en el futuro inmediato y seguirá liderando los rankings de gobierno, ética y cumplimiento.