Las historias que se esconden tras las cinco obras más caras del mundo

Las historias que se esconden tras las cinco obras más caras del mundo
El presidente de Christie's, Jussi Pylkkanen, durante la subasta de Les femmes d'Alger, de Picasso (Foto: GETTY).

Detrás de cada subasta importante hay una historia que merece ser contada. En este ranking de las cinco pinturas más caras del mundo no podía faltar nuestro malagueño más universal con el permiso de Antonio Banderas. Les hablo de Pablo Picasso y de lo que ocurrió con Les Femmes d´Alger, un cuadro firmado en la parte superior derecha y fechado en febrero del 55. En mayo del año pasado esta obra se amartillaba en Christie’s por más de 179 millones de dólares. 

Lo que no todo el mundo sabe es que Picasso la pintó en señal de duelo por su contemporáneo Henri Matisse. Don Pablo, que era muy prolífico, elaboró en poco tiempo 15 versiones sobre esta temática regalando a su marchante esta en cuestión de la que hablamos. El resto no interesó demasiado al mercado, de hecho se vendieron todas en 1956 por 212.500 dólares pero ya en 1997 esta versión «0» se alzó hasta los 32 millones de dólares para luego dar el salto al hiperespacio.

En segundo lugar tenemos a Modigliani, que sólo 6 meses después del récord obtenido por Picasso colocó un desnudo por algo más de 170 millones de dólares, siendo la pieza de un artista italiano mejor comprada de la historia. El marchante y compañero sentimental del artista, Leopold Zoborowski, tenía esta pieza en su colección privada al considerarse la obra más importante de este artista del siglo 20.

En tercer lugar y por méritos propios encontramos a Francis Bacon. La venta del arte de la postguerra y contemporáneo en Christie’s de Nueva York en noviembre de 2013 fue un punto de inflexión para el mercado del arte. El tríptico de Freud de Bacon se vendió por 142.5 millones de dólares. Una pieza que para los expertos representaba la rivalidad y la adoración por su contemporáneo que celebra la relación de estos dos genios del pasado siglo.

Alberto Giacometti está en cuarto lugar por su L´homme au doigt, la primera escultura de este ranking. »Desde el principio yo quería hacer una composición de dos figuras, pero cuando hice la primera ya era imposible para mí hacer la segunda. No era lo que quería e inmediatamente después de la exposición destruí la figura de yeso que nunca fue fundida en bronce, por lo tanto, ya no existe … por lo tanto, la primera figura, el hombre que apunta, permanecerá por sí sola». Conocido por ser impulsivo y profundamente autocrítico, Giacometti se le considera uno de los artistas claves de la posguerra. Su obra alcanzó los 141 millones de dólares en la misma venta en la que Christie’s colocó el cuadro de Picasso. Haciendo esa noche la sala de subastas más volumen del que consiguen muchos países OCDE vendiendo arte durante un año entero.

Cerramos esta lista con El Grito de Edvard Munch. Un pastel sobre tabla en el marco original que en 2012 y a pesar de la crisis, se vendió en Sotheby’s de Nueva York por casi 120 millones de dólares. Rica en simbolismo, durante el tiempo en que fue creada, la pintura marcó un punto de inflexión en el uso del arte para ahondar en la psique interior.

Algunos historiadores del arte creen que la cara está inspirada en una momia que fue encontrada cerca del río Utcubamba, en Perú. En un poema, en el marco de la obra, Munch escribió: «Caminaba con dos amigos por la carretera. El sol se estaba poniendo. Sentí un aire de melancolía. De repente, el cielo se volvió rojo como la sangre. Me detuve, me apoyé en la valla, mortalmente cansado. Sobre el fiordo negro y azulado y el pueblo caían sangre y lenguas de fuego. Mis amigos siguieron caminando. Yo me quedé allí, temblando de miedo, y sentí un grito enorme, infinito, pasar por la naturaleza». Además, esta obra tiene una historia adicional pues esta pintura fue robada dos veces antes de venderse en Sotheby’s, una vez en 1994 y nuevamente en 2004, del Museo Munch de Oslo.

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