Reformas

El Gobierno socialcomunista fulmina la reforma de las pensiones que exigió Bruselas a España

gasto pensiones
Dos personas jubiladas charlando.

El Gobierno del PSOE y Podemos, que ha presentado este lunes su acuerdo para llegar a la Moncloa y que llevará a Pablo Iglesias a ser vicepresidente del Ejecutivo de Pedro Sánchez, hará una revolución en el sistema de pensiones en el peor momento. La palabra que resume la hoja de ruta: derogación. Un término que utilizan en el caso de la reforma laboral (pero no en el de las pensiones) pero que explica bien cual es objetivo final del acuerdo.

Las cuentas evidencian que el agujero de la Seguridad Social sigue creciendo: sólo hasta noviembre la Seguridad Social registró un déficit de 5.705,11 millones de euros. Y los últimos datos de empleo también son preocupantes: las últimas Encuestas de Población Activa y las estadísticas de paro registrado de Trabajo muestran que se ha frenado en seco la época de buenas noticias en el desempleo y en la ocupación, lo que también repercute a futuro en los ingresos de la Seguridad Social.

Sistema de pensiones

El sistema para reformar las pensiones que plantean es contradictorio. En un primer momento aseguran que plantearán “a todas las fuerzas políticas a los agentes sociales un nuevo Pacto de Toledo, que garantice la sostenibilidad y suficiencia del sistema pública de pensiones” pero a renglón seguido dicen qué medidas van a aprobar sí o sí, sin tener en cuenta el consenso de los expertos ni a las otras formaciones.

En primer lugar, blindarán las pensiones por Ley: “Actualizaremos las pensiones conforme al IPC real mediante ley de forma permanente, y aumentaremos el poder adquisitivo de las pensiones mínimas y las no contributivas”. Además, podrán recibir pensiones de viudedad las “parejas sin vínculo matrimonial”, algo que abre una casuística difícil de medir.

A esto se suma que “se estudiarán y desarrollarán medidas para, entre otras, garantizar el aumento de los ingresos de forma estructural, descargando a la Seguridad Social de gastos impropios, asegurando la sostenibilidad del Sistema”. Es decir, que o se suben las cotizaciones sociales o se crearán nuevos impuestos para afrontar las pensiones.

También se eliminarán “las bonificaciones a la contratación con el objetivo de reducirlas, garantizando el mantenimiento de aquéllas que contribuyen a la inserción en el mercado laboral de los colectivos con especial vulnerabilidad”. Es decir, que las empresas tendrán que pagar la factura.

Pero hay una de las propuestas que es la que inquieta más a los expertos en Seguridad Social: “En el marco de esta reforma, eliminaremos el Factor de Sostenibilidad y el Índice de Revalorización de Pensiones de la Seguridad Social previstos en la Ley 23/2013, siempre asegurando la sostenibilidad del sistema a medio y largo plazo”.

A juicio de los analistas, de llevarse a cabo estas medidas, que ya se incluían en el programa electoral de Pedro Sánchez en los últimos comicios, se produciría una intervención de Bruselas y los mercados castigarían durante a España en los mercados de deuda cuando dejen de estar «dopados» por los estímulos del Banco Central Europeo.

Para calmar a Europa, eso sí, dicen que harán una “reorganización de la Seguridad Social para dotar de mayor eficacia a la gestión con menores costes”, aunque no detallan como.

E incluyen una medida que podría poner aún más en peligro el equilibro de la Seguridad Social: “Desarrollaremos el Ingreso Mínimo Vital como prestación de Seguridad Social. Comenzaremos en un primer momento por el aumento decidido de la prestación por hijo a cargo para familias vulnerables, y posteriormente mediante un mecanismo general de garantía de renta para familias sin ingresos o con ingresos bajos”.

Es decir, que la renta básica será una prestación de este pilar del Estado del Bienestar, que no está precisamente pasando su mejor momento, como muestran apenas dos datos: que la hucha de las pensiones ya solo llega para pagar las nóminas de los jubilados de una semana o que las pensiones cuestan al mes ya 488 euros de media a cada trabajador que hay en España.

Analistas

Los expertos consultados por OKDIARIO explican que «sin números a la vista es muy difícil valorar todo esto». No obstante, avisan de que «la mayoría de las medidas costarán bastantes y algunas son redundantes». «La reforma de 2013 se deroga al completo y eso no dejará indiferentes ni a Bruselas ni a los mercados», alertan. «Solo me gusta el acabar con las bonificaciones al empleo que no funcionan salvo en colectivos muy concretos. No veo nada sobre el diferimiento fiscal de los planes de pensiones y eso también me gusta», explica uno de ellos sobre el plan de Ejecutivo.

Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney, explicaba en un análisis para OKDIARIO en septiembre que en las pensiones “lo importante es mirar el medio largo plazo y que esta reversión de las reformas se paga en los momentos de crisis, cuando los inversores están más susceptibles y no asumen riesgos”.

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