El futuro de TikTok en los EE.UU se acuerda en Madrid
En 2025, su compañía matriz, ByteDance, alcanzó una valoración de más de 300.000 millones de dólares

TikTok, red social de videos cortos, ha sido un buen ejemplo del ejercicio del poder blando de China. Es un símbolo paradigmático de una de las herramientas de la geoeconomía con mayor influencia cultural sobre occidente, además de ser un instrumento de poder económico.
Lanzada globalmente durante el año 2017, su versión china, Douyin, data de 2016, TikTok ha superado durante 2025 los 1.500 millones de usuarios activos mensuales, una cifra que la posiciona por encima de Instagram y YouTube en engagement juvenil.
El 40 % de la generación Z, nacidos entre 1997 y 2012, utiliza además TikTok como un potente motor de búsqueda, cuyo algoritmo genera una gran adicción.
Con una media de 58 minutos diarios, se produce un gran consumo de los productos que vienen de China por los canales on line de los gigantes Shein o Temu, integrando cadenas de valor locales en Latinoamérica y Asia.
En términos de valor, en 2025, su compañía matriz, ByteDance, alcanzó una valoración de más de 300.000 millones de dólares, generando unos ingresos anuales masivos de 24.000 millones de dólares, la mitad procedente de los 170 millones de usuarios que viven en los EEUU.
El origen chino de TikTok, coloca a esta red social en el epicentro de las tensiones geopolíticas entre los Estados Unidos y China, donde se ve como una herramienta de soft power, muy útil para conocer las preferencias de los consumidores occidentales y con la oportunidad de poder influir en una gran generación de ciudadanos. Y todo financiado por anunciantes mayoritariamente de occidente.
Para el gobierno de los EEUU, el modelo de negocio de TikTok, plantea riesgos de seguridad nacional por ser una excelente fuente de datos, como las ubicaciones y las preferencias, además del peligro que implica que el gobierno chino pueda usar TikTok para acciones de propaganda y de desinformación, representando por estas razones, además, una amenaza directa para la hegemonía digital de los EEUU.
En un mundo multipolar como el actual, TikTok estaba acelerando la «desoccidentalización» digital. Mientras China exporta «drogas culturales» muy adictivas que generan dependencia económica con un excepcional algoritmo, desde Occidente respondemos con regulaciones que pueden aislar nuestro propio ecosistema que es interdependiente.
Desde Pekín, este servicio digital se alinea con la «Iniciativa de la Franja y la Ruta Digital», acción de softpower donde TikTok actúa como un puente para exportar tecnología y cultura, fortaleciendo los lazos económicos con el Sur Global.
Sin embargo, la visión estadounidense fue muy distinta. Bajo su Ley de Seguridad Nacional aprobada en 2024 por el Congreso de los Estados Unidos, se propuso a ByteDance elegir entre dos opciones. Vender TikTok a empresas estadounidenses o enfrentarse a una prohibición de seguir operando en los EEUU que era su mayor mercado.
El órdago fue en serio. TikTok estuvo brevemente fuera de servicio en los Estados Unidos el pasado 18 de enero, el día antes de que entrara en vigor la Ley de Aplicaciones Controladas por Adversarios Extranjeros y sólo dos días antes de que Trump asumiera la presidencia.
Pero tras la pausa, TikTok continuó operando, ya que Trump concedió hasta cuatro prórrogas, mediante órdenes ejecutivas, para retrasar el cierre y dar más tiempo a su administración para negociar un buen acuerdo. Recordemos que TikTok ayudó a Trump a conectar con los votantes más jóvenes y uno de sus mayores donantes con 46 millones de dólares, Jeff Yass, además de ser cofundador de la firma de trading SIG es dueño del 15 % de ByteDance.
Los argumentos oficiales hacen referencia a los riesgos de espionaje y a la manipulación de datos bajo la Ley de Inteligencia Nacional de China, aprobada en el año 2017, que obliga a todas las empresas que operan en China a cooperar con el gobierno chino y su único partido, el Partido Comunista Chino, compartiendo todos los datos de los usuarios en poder de las empresas, aunque provengan de fuera de China.
Como vemos, una aparente simple aplicación de videos cortos triviales, puede alterar los equilibrios económicos mundiales en el marco de la geoconomia del Siglo XXI.
Desde el punto de vista de los tribunales, en enero de 2025, el caso escaló a la Corte Suprema, siendo tratado como un asunto de seguridad nacional. La segunda administración de Trump ha amenazado con aranceles adicionales a China si no se cambiaba con urgencia la mayoría de la propiedad de TikTok. ByteDance se ha resistido en una primera etapa, argumentando que podría separar los datos generados en los EEUU y hospedarlos en sus servidores de Virginia como parte de Proyecto Texas.
De repente, durante el mes de septiembre y como parte de la cuarta ronda de conversaciones comerciales bilaterales en ciudades europeas, se ha llegado a un principio de acuerdo «sobre cierta compañía que los jóvenes querían salvar» en palabras del presidente Trump.
Durante una reunión bilateral celebrada los días 14 y 15 de septiembre, en el Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, se realizaron unos productivos encuentros entre el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent y la representante comercial Jamieson Greer y el viceprimer ministro chino, He Lifeng y el negociador comercial Li Chenggang.
Dicho acuerdo preliminar, en resumen, permitirá a TikTok seguir operando en los EEUU. Eso sí, con un cambio tanto de la propiedad de la compañía matriz como del lugar de almacenaje de los datos, incluyendo cambios en el algoritmo de recomendación y en la aplicación.
El gigante tecnológico americano Oracle, que ya estaba preparando la migración de los datos para cumplir con la regulación, junto con el fondo Silver Lake y la firma de capital riesgo Andreessen Horowitz controlarán el 80 % de la propiedad, dejando que la china ByteDance mantenga el 20 % restante. Por otro lado, los actuales inversores estadounidenses en la empresa china, incluidos Susquehanna International, KKR y General Atlantic, serían parte del grupo mayoritario señalado.
El nuevo consejo de administración será mayoritariamente estadounidense, con seis de sus siete miembros, sometidos a una supervisión del gobierno de los EEUU, que obligará a los usuarios a cambiar a una nueva aplicación exclusiva para el territorio americano. Se producirá una revisión en profundidad de las políticas de cumplimiento de las regulaciones de seguridad nacional.
Todos los datos de usuarios estadounidenses se almacenarán en servidores de Oracle en los EEUU, sin ningún tipo de acceso por parte de ninguna empresa ni autoridad gubernamental china. Y para garantizar la seguridad nacional, se va a producir una migración completa para reforzar dicha privacidad.
Una nueva aplicación, APP, que, aunque idéntica en su apariencia exterior, funcionará con una infraestructura únicamente estadounidense y unos nuevos algoritmos controlados por los EEUU, diferentes a los se usan en TikTok global en el resto del mundo.
El uso del algoritmo de TikTok, un motor de recomendación personalizado, para propaganda y manipulación fue uno de los puntos críticos del acuerdo. Oracle se ha comprometido a volver a entrenar una versión con licencia del algoritmo de ByteDance “desde cero” y realizará un seguimiento del mismo para garantizar que el contenido esté libre de manipulación o vigilancia inadecuada, eliminando cualquier influencia china sobre el mismo.
Aunque lo cierto es que «China mantiene el algoritmo». Si no se pudiera modificar, no cambiaría nada, y la verdad es que resulta muy sospechoso que China acepte el planteamiento de perder el control sin más.
Hay varios flecos importantes que están pendientes, principalmente aquellos que hacen referencia a la remuneración de los creadores de contenidos y a los anunciantes americanos con respecto a su actividad fuera del territorio de los EEUU.
El acuerdo parece viable y posiblemente se firme el próximo mes de diciembre, incluso se ha producido hace unos días una conversación muy productiva según fuentes de la Casa Blanca, sobre este asunto entre los dos presidentes, Trump y Xi Jinping.
Es bueno que China y los EEUU se reúnan para llegar a acuerdos. En este caso, China llevaba las de perder y ha utilizado este acuerdo para reabrir unas negociaciones tácticas que parecían imposibles. Y lo ha hecho porque Trump es un líder transaccional al que le gusta anunciar los acuerdos como si fueran méritos políticos de su gestión.
Todo apunta que esta importante concesión por parte del gobierno chino desde una posición de fuerza, está motivada para poder obtener una baza negociadora a su favor, además de la captura de ganancias en una importante transacción, en otras materias de negociación como los aranceles, la reducción de las barreras a la exportación de chips de tecnología avanzada y Taiwán, que es una vez más el gran elefante en la habitación.
El acuerdo también ha sentado las bases para una reunión presencial entre Trump y Xi. Se espera que dichos líderes se reúnan en Corea del Sur, el próximo mes de noviembre en la Cumbre de APEC en Gyeongju, durante el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico que reúne a los líderes de 21 economías.
APEC es una organización intergubernamental creada en 1989 para promover el libre comercio, la cooperación económica y el desarrollo sostenible en dicha región.
Con respecto a cómo nos afectará el acuerdo a los europeos, donde hay 175 millones de usuarios, señalar que de momento hay una continuidad operativa con una mayor vigilancia regulatoria, pero sin interrupciones. Los usuarios europeos podrán seguir usando TikTok sin grandes disrupciones, pero con una mayor transparencia y protección a los usuarios. La nueva regulación europea, la Ley de Servicios Digitales y el Reglamento General de Protección de Datos, están enfocados para el cumplimiento de asuntos como el aumento de la privacidad de los usuarios de TikTok, el control de la publicidad que les bombardea y una mayor seguridad infantil con un previsible impacto en la experiencia usuario. Ello implicará, nuevas restricciones en el contenido y en los anuncios que se insertan entre los videos cortos.
También continuarán las multas. En mayo pasado, una de 530 millones de euros por transferir datos de usuarios europeos a China, sin una adecuada salvaguarda. También de mayo es la denuncia por incumplimiento de la Ley de Seguridad Digital en el repositorio de anuncios con una ausencia de información sobre el targeting, los pagadores y las búsquedas, que podría multarse hasta con el 6 % de los ingresos globales de TikTok. Señalar las investigaciones en marcha por diseño adictivo, explotación infantil y los riesgos electorales de alteración de la orientación del voto.
Termino con un debate que ha surgido en los EEUU al hilo de los detalles de la negociación sobre la propiedad del nuevo algoritmo y la custodia de los datos de los usuarios. Los expertos en ciberseguridad afirman que no es algo bueno, darle al gobierno más poder para vigilar a su propia gente o para realizar grandes recogidas de datos. La sensación es que se está cambiando el control de un gobierno a otro.
Cum mutationes consensiones gignunt