Pide recortar el déficit público

Funcas alerta del peligro de una inflación que ya afecta a todos los bienes y servicios y será del 4,8%

El director general de Funcas, Carlos Ocaña.
El director general de Funcas, Carlos Ocaña.

La inflación ya ha dejado de ser en España un problema ligado estrictamente a la subida de los precios de la energía y se está trasladando peligrosamente al conjunto de los bienes y servicios, según el análisis de coyuntura de Funcas, la Fundación de las cajas de ahorros. La inflación media se situará en el 4,8% en 2023, pero la subyacente -que mide las tensiones de fondo del sistema- estará muy próxima y será del 4,4%. «Están aumentando todos los precios en general», asegura Carlos Ocaña, el director general de la Fundación.

El segundo aviso de Ocaña va dirigido directamente contra la política presupuestaria del Gobierno, que en su opinión debería ser más restrictiva y encaminada a un recorte mayor del déficit público, sobre todo en un contexto de crecimiento extremadamente débil -el PIB apenas subirá un 0,7% el año próximo, la más baja de todas las estimaciones realizadas por las instituciones internacionales y los organismos privados españoles-, y en un marco agravado por el endurecimiento de la política monetaria.

Funcas prevé que los tipos de interés llegarán a una cota del 2,5% en la primavera de 2023, un punto por encima del 1,25% actual, y que tal aumento no sólo se traducirá en un mayor coste de las hipotecas sino en un incremento del pago por los intereses de la deuda pública, que sumará 5.000 millones al presupuesto de gastos del Estado. A pesar de la debilidad general de la coyuntura, con una recesión técnica entre octubre y diciembre del presente año y el primer trimestre del próximo, provocada sobre todo por la caída del sector industrial, Funcas estima que la prima de riesgo se estabilizará en torno a los 110 puntos básicos, lejos de la de Italia, donde se ha consolidado por encima de los 200 puntos básicos.

La Fundación también alerta sobre la disminución del colchón de ahorro de los hogares españoles, que vuelve a alcanzar los niveles de normalidad después del acumulado durante la pandemia, y que se situará en torno al 8,5%, por una cuantía de 80.000 millones. Esto se traducirá en desaceleración del consumo y el correspondiente enfriamiento de la demanda interna, que aportará apenas medio punto al aumento del PIB en 2023, mientras el sector exterior colaborará con las dos décimas restantes.

A pesar de los vientos de cola de la economía, con el desplome de las expectativas de los consumidores, el deterioro alarmante del índice de confianza empresarial y la creciente falta de capacidad de aguante de las familias, Funcas señala algunos puntos relativamente fuertes en el caso de España, y por comparación a lo que está sucediendo en Alemania o en Italia. En primer lugar, una situación bastante mejor en lo relativo al aprovisionamiento de gas de cara al invierno, que evitará el horizonte de un eventual racionamiento. Por otra parte, la Fundación destaca la relativa fortaleza del mercado laboral, con una previsión de creación de 220.000 puestos de trabajo netos entre el tercer trimestre de este año y el conjunto de 2023.

Adicionalmente, la tasa de paro se estabilizará en el entorno del 12%, que «aunque es una cota muy alta, al menos no se incrementará», afirma Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas. El mantenimiento del superávit externo, y en particular en la cuenta corriente, son otros de los datos ligeramente positivos. En cuanto a los riesgos, Torres advierte sobre «una subida demasiado rápida e intensa de los tipos de interés, que podría provocar una recesión». «Una recesión que ya el FMI ha previsto para Alemania y para el conjunto de la economía mundial», indicó, apuntando que cuando la previsión de crecimiento global no supera el 2% esto equivale en la práctica a una recesión en la mayor parte de los países.

Lo último en Actualidad

Últimas noticias