El fondo Terramar se compromete a no trocear Abengoa en medio de las críticas de los minoritarios
La dirección de Abengoa ha solicitado este miércoles a la SEPI un total de 249 millones de euros en ayudas del fondo de rescate público para Abenewco1, la filial a la que se ha traspasado la actividad, los empleados y los activos de la empresa, como parte de un plan de salvamento que necesita también el apoyo de los bancos acreedores, los organismos públicos ICO y CESCE, y la aceptación por parte de todos de la entrada en el capital del fondo oportunista norteamericano Terramar, que al final de todo el proceso controlaría la compañía al sumar el 70% del capital de Abenewco1.
El proceso será largo y el presidente de Abengoa, Juan Pablo López-Bravo, tiene que conseguir todavía poner de acuerdo a todas las partes para que el plan de salvamento salga adelante. La parte más polémica es la presencia del fondo Terramar, que tras los préstamos, avales y aportaciones de capital de dinero público sería finalmente el dueño de la centenaria empresa sevillana.
Según el plan diseñado por la dirección de la empresa, enviado a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) la tarde del miércoles, el fondo Terramar tendrá el 70% de Abenewco1 tras invertir 200 millones de euros durante el proceso: un primer préstamo de 35 millones de euros para dar liquidez a la empresa; un segundo préstamo en una segunda fase de 115 millones; y, finalmente, la aportación de 50 millones en una ampliación de capital sólo para ellos para que alcance el 70% del capital de la compañía. Posteriormente es cuando entraría el dinero de la SEPI, 249 millones de euros, que serviría para «el repago de la financiación ICO y el dinero sobrante para usos generales de Abenewco1», se explica en el plan.
Sobre la presencia del fondo oportunista Terramar al final de todo el proceso, fuentes bancarias han asegurado a este diario que «todos los fondos son mal llamados ‘buitres’ porque todos buscan maximizar su inversión. Ninguno de los fondos españoles con los que se ha hablado, ni siquiera aquellos que venían de la mano del Banco Santander, han hecho oferta y los pocos que la han hecho eran mucho peor para la compañía», señalan.
«Y una cosa más: este fondo no va a trocear la compañía como se inventan los accionistas minoritarios, cosa que sí querían hacer algunas compañías grandes del Ibex interesadas por esta o aquella línea de negocio pero no por otras», insisten estas fuentes.
«Regalar la empresa a unos americanos»
Terramar es el centro de la polémica. «Esto es regalarle una empresa puntera española a un fondo ‘buitre’ norteamericano usando dinero público español», señalan fuentes de la plataforma de minoritarios, Abengoashares, que suma el 17% del capital de la empresa, lo que le convierte en el primer accionista.
Los minoritarios subrayan el hecho de que Terramar «se va a quedar» finalmente la empresa pese a que sólo va a aportar 50 millones a la compañía, ya que el resto son préstamos que recuperará después con el dinero público que inyecte el Gobierno.
Los minoritarios, que iban a situar a Clemente Fernández en la presidencia de Abengoa en la Junta de Accionistas del 4 de marzo antes de que la empresa declarara el concurso de acreedores y un juez la cancelara, también son partidarios de que la SEPI aporte los fondos necesarios para salvar la empresa. La diferencia es que ellos se ofrecen a aportar 30 millones de euros en una ampliación de capital para controlar hasta el 38% de Abenewco1, y dejarían fuera a Terramar. «Tenemos otros fondos interesados, pero nunca incluiríamos en el capital a un fondo ‘buitre’ que quiere vender la empresa por partes», señalan fuentes de la plataforma. En cualquier caso, prometen «guerra» para frenar el plan propuesto por la compañía. «Le vemos poco recorrido a este plan», aseguran.