Fitch rebaja el rating de BBVA y mantiene la calificación del Banco Santander
Fitch Ratings ha rebajado en un escalón la calificación crediticia de BBVA, desde el anterior ‘A-‘ al actual ‘BBB+’, todavía dentro del grado de inversión, debido a su mayor exposición a los países emergentes más debilitados por el impacto del coronavirus en sus economías.
La agencia calificadora ha sacado a la entidad española de la vigilancia negativa en la que la había situado en su última actualización, otorgándole ahora una perspectiva ‘estable’ que supone un ‘balón de oxígeno’ para que la entidad pueda recuperarse antes de barajar una nueva rebaja de su rating.
Fitch advierte de que la exposición de BBVA a países con economías más débiles podría resultar en un impacto negativo en su perfil de riesgo, así como en su capacidad para generar beneficios. En concreto, cita el «significativo deterioro» de la situación en México, donde se encuentra su filial que más contribuye a los beneficios del grupo.
No obstante, también explica que, en España, esta situación se combina con un entorno operativo «en deterioro», donde prevé que las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus se encuentren «entre las más graves de Europa».
Antes todos estos factores, la firma calificadora prevé que la calidad de los activos de BBVA se deteriore y tenga un impacto negativo en su rentabilidad operativa «históricamente sólida», afectado por un menor crecimiento de los préstamos o la disminución de los tipos de interés, sobre todo en México.
«Esperamos que BBVA maneje su franquicia líder en muchos de los países donde opera, lo que, junto con su cultura orientada al control de costes, debería respaldar la recuperación de la rentabilidad en el mediano plazo», apunta Fitch.
Por ello, el desencadenante más probable para una actualización al alza de su nota sería una mejora en las perspectivas de los entornos operativos en los países donde opera, lo que respaldaría la mejora sostenida de la rentabilidad y la facilidad significativa de las presiones sobre la calidad de sus activos.
Por el contrario, un deterioro sustancial y prolongado en la rentabilidad y un debilitamiento más permanente de la capacidad interna de generación de capital del banco podrían provocar una actualización a la baja de su rating, en función también, de cómo evolucione la economía española y la del resto de países donde el banco tiene filiales.
Fitch mantiene la nota del Santander
Por otro lado, Fitch ha ratificado la nota de solvencia de Banco Santander en ‘A-‘ con perspectiva negativa, lo que podría implicar una revisión a la baja en los próximos meses.
La agencia de calificación ha explicado que el banco podría ver empeorado su rating si su ratio de capital CET1 cae por debajo del 11% a la vez que se deteriora de forma sustancial su rentabilidad, lo que podría llegar por el gran reto que supone la crisis del Covid-19.
«Esta situación podría darse si el entorno en el que opera el grupo se deteriora de manera pronunciada a raíz de la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus», ha señalado Fitch, que también ha advertido sobre la vinculación de la nota de la entidad con la calificación de España.
En cualquier caso, Banco Santander se mantiene en grado de inversión con calidad buena (A-) gracias a su diversificación geográfica y comercial, que es «amplia y equilibrada» en varios países europeos y latinoamericanos.
Hasta el momento, Fitch cree que la baja correlación entre el comportamiento de las filiales extranjeras de la entidad y su negocio bancario nacional le han permitido obtener unas métricas con cierto grado de resistencia.
En el nuevo entorno generado tras la pandemia, el grupo tendrá que hacer frente a condiciones económicas difíciles en muchos de sus mercados principales, si bien lo positivo es que se prevé que sean de diferentes intensidades.