Caída del 20%

La espiral inflacionista provoca que el S&P 500 cierre su peor semestre desde la presidencia de Nixon

wall street, dow jones
Cartel de la calle Wall Street frente a la Bolsa de Nueva York.

El presidente de Estados Unidos en 1970, Richard Nixon, tuvo que hacer frente a una fuerte presión inflacionista que se trasladó a los mercados y el S&P 500 perdió más de un 20% durante los seis primeros meses de dicho año. Ahora, 50 años después, se repite de nuevo la situación y el índice bursátil más famoso del mundo vuelve a cerrar un semestre con la misma pérdida.

La reacción de Nixon al alza de precios, a las dificultades por las que atravesaba la economía y a la guerra en Vietnam fue abandonar el patrón oro al verano siguiente, rompiendo así el sistema de Bretton Woods y provocando que el valor de las monedas comenzase a fluctuar. Años más tarde el propio Nixon reconoció que la decisión fue un error.

El actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, entra también en la historia de la Bolsa de Nueva York y Wall Street tras las caídas registradas en el S&P 500 y comparte con Nixon la dificultad de hacer frente a una alta inflación, del 8,6%, la mayor en 40 años. Así, la espiral inflacionista vuelve a dañar al aglutinador de las compañías cotizadas más importantes del mundo. Además, el aumento del IPC se produce a raíz de otra guerra, la de Ucrania.

El daño actual de la inflación sobre el S&P 500 se ve incrementado porque las acciones tecnológicas tienen cada vez más peso. Principalmente las conocidas como las FAANG: Facebook (ahora Meta), Alphabet (Google), Amazon y Microsoft, cuyos negocios se ven afectados sensiblemente por la subida de precios.

Un descenso de tal envergadura es muy negativo para la economía si se atiende al histórico. Los datos recopilados por la firma de inversión Bespoke Investment Group muestra que desde la II Guerra Mundial el S&P 500 ha registrado un mercado bajista, caer más de un 20% desde máximos, en 14 ocasiones y en más de la mitad, ocho veces, ha precedido a una recesión.

El último ejemplo es cercano, marzo de 2020. La eclosión mundial del coronavirus tumbó al S&P 500 en dicho porcentaje y poco después Estados Unidos entró en recesión. Ahora, los expertos apuntan a que se volverá a vivir la misma situación antes del cierre de año.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha dejado claro en numerosas ocasiones que su principal objetivo es bajar la inflación y que no se va a mover de dicha estrategia, aunque dañe al crecimiento económico. El presidente de la Fed, Jerome Powell, declaró ante el Congreso y el Senado que la posibilidad de una recesión es “ciertamente alta”, pero que no es el escenario central con el que trabajan. Además, reconoció que es muy probable que el incremento en el precio del dinero desemboque en un aumento de la tasa de desempleo a un ritmo no visto desde los niveles actuales.

Los analistas avisan de la situación: “Nos espera un verano difícil y un otoño incierto”, comenta el director del departamento de análisis y mercados de Bankinter, Ramón Forcada. El experto cree que toca tener encendidas todas las alertas porque todavía queda por ver una mayor corrección en el selectivo. La entidad estima que aún puede retroceder hasta los 3.400-3.100 puntos, escenario que implicaría una caída adicional para el selectivo del 10% desde los niveles actuales.

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