Marilia, excantante de Ella Baila Sola: «Me convertí en emprendedora para poder compartir la música»
Algunos la conocen como Marilia Andrés, sus fans simplemente como Marilia. Otros la reconocen porque era “la morena de Ella baila sola” y ahora es la fuente de inspiración para muchos emprendedores que encuentran su refugio en la música, como ella. No sólo ha sacado otro disco, sino que también su trayectoria profesional le permite dar charlas en eventos como TED X, apoyar causas sociales e impulsar proyectos innovadores. Aunque, el motor de arranque siempre es el mismo: la música.
“Es mi camino principal, me he convertido en emprendedora para poder compartir la música. Digamos que soy mi propio sello por necesidad, no porque me guste la burocracia, es aburridísimo y mucho trabajo extra. Desde aquí ayudo o colaboro con las causas que puedo, me gusta aprovechar la oportunidad de compartir música con amigos, artistas y proyectos bonito: desde hace años colaboro con Menudos Corazones, el año pasado colaboré con Sos Autismo en el Homenaje a Cecilia y este año con la fundación Quiero Trabajo, que ayuda a la integración laboral de mujeres. Todo desde la música”, cuenta la cantante a OKDIARIO.
A los once años compuso su primer disco y compartió el triunfo con su compañera Marta durante años. Tras saborear el éxito, su vuelta al ruedo vino de la mano de un gran proceso personal. “Quería volver a grabar cuando tuviese canciones que significasen mucho para mí y eso hice. Pasaron más años de los que había imaginado, la vida es así, he estudiado, trabajado, viajado, pero siempre conectada con la música, y sin perder de vista volver a grabar y compartir canciones con la gente”.
La clave para mantenerse en la industria musical, en constante cambio tras el desembarco de decenas de plataformas digitales, ha sido -como diría uno de los grandes de este mundo, Frank Sinatra- “hacerlo a su manera”, aunque eso haya implicado estar más fuera de la industria que dentro. Por ello, su nuevo disco Infinito ‘rebobina’ 20 años atrás y hace un recorrido por el pasado, el presente y el futuro. “Ha sido maravilloso grabar este disco tras tocar en directo juntos durante toda la gira de Subir una montaña, mi primer álbum. Infinito es el segundo disco que edito, un homenaje a veinte años de canciones compartidas con la gente”.
Se ha adaptado a los medios e incluso ha sacado sus dos últimos single track en digital. Pero, asegura que no quiere hacer música mecánicamente sólo porque tenga que ‘comer’. “Es un oficio que requiere muchas horas de estudio y un compromiso de vida, arriesgado por su inestabilidad. Tiene todo mi respeto y me gusta cuidarla. La música puede darte de comer si trabajas mucho, por supuesto, pero nadie puede saber si será a corto o largo plazo y es un oficio muy inestable en este país. En España no existe clase media de músicos, parece que sea posible solo un gran éxito o un gran fracaso, y eso no es nada real, a ninguna otra profesión se le pediría eso”.
Su gira le llevará por Marbella, Galicia y otras ciudades de España. No quiere dejar de vibrar y por ello, ya está componiendo su próximo disco. Aquella niña a la que le daba vergüenza cantar en público sacará su tercer proyecto en un futuro más próximo que lejano. Aún le queda un gran recorrido, dice. “Canciones que escribir, discos que grabar, nuevas plazas en las que tocar, público al que acompañar y con el que disfrutar, ciudades nuevas que visitar, artistas admirados y queridos con los que me encantaría colaborar…”.
Dentro de veinte años no puede verse de otra manera. Quizá sobre un escenario, con guitarra en mano o en el salón de su casa. Pero, siempre con la música.
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