Crisis industrial

Duro Felguera se salva: la SEPI rebaja sus condiciones y la banca accede a refinanciar su deuda

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Duro Felguera
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Después de llegar al borde del abismo, Duro Felguera se salvará finalmente del concurso de acreedores. La SEPI ha decidido relajar las condiciones para entregarle los 80 millones que faltan de los 120 del rescate. Y los bancos, forzados a elegir entre susto y muerte, han optado por refinanciar la deuda, ya que «es más probable recuperar algo si la empresa recibe ese dinero público que si no lo hace», según fuentes conocedoras de la situación.

Dichas fuentes explican que la SEPI -que había concedido una prórroga de tres meses en julio- ha optado por eliminar la condición a la que había ligado la entrega de la segunda parte del rescate: que Duro Felguera aportara los 40 millones que había prometido de la venta de sus litigios pendientes a Fortress. Pero la compañía asturiana se ha echado atrás porque considera que puede obtener hasta 150 millones en estos pleitos, y entiende que venderlos por 40 sería «regalarlos». Y el holding industrial público le ha comprado el argumento, pese a que se negó a hacer una revisión de los mismos antes de aprobar las ayudas públicas, como denunció OKDIARIO.

Buscar un socio industrial que aporte 20 millones de capital y carga de trabajo nunca ha sido una condición sine qua non para el rescate, sostienen las fuentes, sino un mero compromiso formal por parte de la empresa, que, al menos de momento, está muy lejos de cumplirse. Por lo demás, Duro Felguera ha presentado un nuevo plan de negocio muy optimista en el que espera ganar más dinero que nunca en la recuperación económica post pandemia.

La liberación de los 80 millones citados estaba condicionada también a que los bancos refinanciaran los 85 millones que mantienen de deuda con la compañía tras las fuertes quitas de la reestructuración de 2018. Éstos se habían plantado al entender que no se había cumplido ninguna de las condiciones a las que ligaron su compromiso de refinanciación: la SEPI sólo había puesto 40 millones y en forma de crédito, no de capital); no había entrado el socio industrial; se había paralizado la venta de los litigios a Fortress; y Duro Felguera había comunicado que no cumplirá en 2021 el plan estratégico presentado para el rescate.

La banca pasa por el aro

Sin embargo, al final los acreedores -Santander, Sabadell, CaixaBank y la antigua Bankia (hoy también CaixaBank)- han preferido pasar por el aro porque consideran que, con esta inyección, tendrán más probabilidades de recuperar algo de lo que se les adeuda que sin ese dinero.

La refinanciación consiste en que las entidades aportarán los 80 millones en avales que Duro Felguera necesita para sobrevivir, de los que la aseguradora pública Cesce garantiza el 70%. A cambio, la empresa debe repagar 24 millones de la deuda conforme vaya disponiendo de los avales; es decir, si no paga nada, se queda sin avales.

Los restantes 61 millones hasta los 85 de deuda pendiente se transformarán en instrumentos convertibles en capital con un plazo de 5 años, con lo cual los bancos se convertirán en accionistas si Duro Felguera no es capaz de devolver esa cantidad en el plazo citado. «Se trata de un acto de mucha fe, pero es la solución menos mala para los bancos llegados a este punto», concluye una de las fuentes.

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