DIA quiere ahora solucionar los conflictos con sus franquicias que ha negado durante años
Reconoce que sus tiendas propias ganan más que las franquicias y promete mejores condiciones para sus socios
En noviembre de 2015 empiezan a publicarse en diarios digitales las primeras denuncias de grupos de franquiciados contra Supermercados DIA y sus gestores. Las acusaciones que se vertían sobre ellos, y que se habían convertido en querellas y demandas ante juzgados de toda España eran muy similares: acusaban a DIA de estafar a los franquiciados mediante prácticas que iban desde enviarles más género del que solicitaban y no permitir devoluciones a obligarles a pagar la electricidad del local con ellos como intermediarios y a un precio superior.
Un grupo de varias decenas de franquiciados de distintos puntos del país (Segovia, Madrid, Barcelona o Castellón) denunciaban las mismas prácticas de presunta estafa por parte de DIA. Bancos como JP Morgan lo señalaron ya desde 2015: DIA obtenía su margen principalmente de los franquiciados y no de su actividad ordinaria. En 2017 señalaba que su beneficio era «anormalmente alto». No cuadraba con sus ventas por metro cuadrado.
Llegaron oleadas de procedimientos judiciales contra la empresa dirigida por Ricardo Currás. Algunos juzgados de primera instancia fallaron contra la empresa, singularmente en Lérida por vender a sus franquiciados «comida caducada». Otros franquiciados, la mayoría, no tuvieron el favor de los jueces en varias causas penales que la primera instancia no vio y las Audiencias Provinciales tampoco en recurso. En Vic (Barcelona), los jueces inadmitieron hacer más investigaciones. La vía civil es defendida por abogados como Eduardo Cueves.
Hasta el último día con Currás, DIA defendía no tener «ningún problema de litigiosidad con los franquiciados»
En las últimas semanas, descontado el desajuste contable, otros franquiciados reclaman hasta cinco millones de euros por rescindir el contrato, como informó OKDIARIO.
Hasta el último día de Currás en la compañía, DIA repetía una y otra vez la misma letanía: «Tenemos miles de franquiciados y la gran mayoría están felices con nosotros. No tenemos ningún problema de litigiosidad con los franquiciados, a los que cuidamos de forma especial».
Tantas veces insistieron durante años Currás y su equipo de Comunicación en que las relaciones con las franquicias eran magníficas, que sorprende ahora escuchar la frase «hemos apoyado poco a las franquicias» la nueva responsable de Transformación de DIA, María Miralles.
De la Cierva quiere tomar la iniciativa
Borja de la Cierva lidera un nuevo equipo y además firma unas cuentas durísimas con la anterior directiva, con Ricardo Currás y Amando Sánchez como personas con mayor responsabilidad. De la Cierva ha pasado por Inditex y El Corte Inglés y es CEO desde diciembre.
«Nuestras tiendas propias tenían más beneficio que las de los franquiciados, vamos a cambiar esto»
Con el apoyo del informe de KPMG señalando «prácticas irregulares», el nuevo equipo de DIA ha denunciado a Fiscalía para que investigue posibles ilícitos penales. Currás se ha ido en agosto de este año con 1,6 millones de indemnización que la empresa quiere reclamarle.
«Hemos visto que nuestras tiendas propias tenían más beneficio que las tiendas de los franquiciados. Vamos a cambiar esto», ha Miralles en el cargo desde hace apenas 15 días tras ser fichada por De la Cierva desde Oliver Wyman. Junto con Enrique Weicker (nuevo director financiero, ex OHL) y el propio De la Cierva, caras y ojos del nuevo equipo directivo de DIA que ha hecho una enmienda a la totalidad a la gestión del anterior.