Colau es vieja política: oculta sueldazos de decenas de directivos del Metro de Barcelona
Uno de los grandes grandes misterios de Barcelona es cuánto cobran decenas de directivos tanto del Metro como de los autobuses metropolitanos. El PP, y ahora Ciudadanos, y el sindicato CGT llevan años reclamando al Ayuntamiento que proporcione esa información. Ada Colau, como antes hicieran el convergente Xavier Trías y el socialista Jordi Heréu, mantiene esa información en secreto. Desde agosto de 2015 hay una sentencia que obliga a dar esos datos a los sindicatos, pero el Consistorio lo incumple.
Ferrocarril Metropolità de Barcelona (FMB, Metro) mantiene en nómina fuera de convenio a unas 340 personas, de las que unos cien son directivos. Sus retribuciones no son públicas, y los sucesivos equipos de gobierno de la Ciudad Condal (el Ayuntamiento barcelonés controla de hecho la empresa pública, aunque participen en ella los consistorios de otras localidades) llevan más de media década negándose a dar esta información cuando se le solicita desde la oposición o desde los sindicatos.
Fuentes tanto del PP como de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona han dicho a OKDIARIO que han reclamado a Ada Colau que haga públicos los sueldos de los directivos del Metro. La alcaldesa, sin embargo, sigue los pasos de sus predecesores socialista y convergente y no informa a estos dos grupos de la oposición. Desde las filas populares dicen: “No es nuevo. Llevamos muchos años, más de cinco, pidiendo esos datos sin resultado alguno”.
Desde Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), de la que dependen tanto FMB como Transports de Barcelona (TB, autobuses), han dicho a este periódico que los sueldos de los directivos son públicos y que se pueden consultar en la web de la empresa. Sin embargo, tanto desde la oposición como desde el sindicato Confederación General del Trabajo (CGT) sostienen que esa información no incluye ni a los trabajadores ni a los directivos fuera de convenio.
Ciudadanos y CGT han dicho que estos directivos fuera de convenio, vinculados a partidos políticos, han visto como se incrementaba su salario de forma abultada durante los últimos años. Fuentes del sindicato han declarado a este periódico: “No se han subido el sueldo los cien, el incremento se concentra en 20 o 25, por lo que podemos saber, pero el Ayuntamiento se niega a darnos datos concretos”.
Las fuentes populares incluyen el caso del Metro de Barcelona en un fenómeno de reparto de poder, y altos sueldos, en empresas públicas mucho mayor: “El Área Metropolitana se han repartido entre todos durante años”. Según denuncian, participan los partidos con poder municipal en la Ciudad Condal y las localidades de alrededor durante las últimas décadas: PSC, CiU, ERC, ICV y, ahora, Barcelona en Comú. Destacan la hipocresía de Iniciativa per Catalunya: “Fuera denuncian las subidas de tasas del agua o el precio de los transportes, pero dentro votan a favor”.
Colau incumple una sentencia
Ada Colau no sólo hace caso omiso a la oposición y los sindicatos. También a la Justicia, hasta el punto de que el Ayuntamiento ya ha sido sancionado con una multa de 3.000 euros. La CGT presentó un conflicto colectivo ante la magistratura de lo laboral reclamando que se le informara, como sindicato presente en el Comité de Empresa, de los sueldos de las personas fuera de convenio y que estas pasaran a estar dentro de dicho convenio.
La Justicia dio, en primera instancia, la razón a la Confederación General del Trabajo, y en agosto del año pasado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña confirmó el fallo y condenó al Ayuntamiento. El Consistorio no recurrió, por lo que la sentencia es firme. Aun así, el equipo de Colau sigue sin acatarla y se está a la espera de una orden de ejecución de la misma.
Las fuentes de CGT han explicado que, además de los directivos de la polémica, el contrato de numerosos trabajadores incluyen una cláusula por la que quedan fuera de convenio. Dicha cláusula ha sido declarada ilegal por la sentencia que Colau se niega a cumplir.
Las consecuencias de estar fuera de convenio son muy diferentes según el nivel que se ocupe en el seno de FMB. En el caso de los directivos y algunos escalafones altos de la plantilla, permite mantener en secreto su sueldo y otros posibles privilegios. Sin embargo, para otros trabajadores, como enfermeras o administrativos, supone condiciones de trabajo más duras que el resto de empleados, por ejemplo a la hora de hacer fines de semana.