Puigdemont reparte folletos turísticos en los que dice que «Cataluña es una nación con 1.000 años de historia»

La Generalitat miente a los turistas extranjeros que visitan Cataluña. Carles Puigdemont, de hecho, ha decidido gastar dinero público (con ayuda privada) en la elaboración de unos panfletos en inglés en los que miente descaradamente sobre la historia de Cataluña y, por lo tanto, de España. Según ha podido saber OKDIARIO, la mayoría de estos panfletos se reparten en hoteles, como Gran Hotel Rey don Jaime en Castelldefells.

“Barcelona es la capital de Cataluña, una nación con más de 1.000 años de historia que tiene sus propias instituciones y se autogobierna. Cataluña perdió su independencia en 1714. Su Parlamento (que actualmente tiene un apoyo mayoritario para que llegue a ser un estado independiente), es el más viejo de Europa, ya que data de 1283. Este año, el gobierno catalán celebrará un referéndum de autodeterminación con la esperanza de crear un nuevo estado en Europa”.

Así reza el panfleto que la Generalitat entrega, de momento en Barcelona, a todo turista que puede. En el folleto, dicen que “la lengua nacional es el catalán, hablado por más de 7 millones de personas”. Explican, además, que “a través de su historia, Cataluña ha mantenido su propia cultura e identidad”, pero lo más sangrante es cuando ellos mismos se refieren a Cataluña como “country”, es decir, como país.

La deriva independentista, como vemos, está tomando tintes cada vez más oscuros, hasta el punto de destinar dinero público para mentir y engañar a sus turistas, haciéndoles creer que están en un país catalán que no existe, cuando realmente están en España. El título del panfleto, de hecho, ya deja ver sus intenciones: “Bienvenido a Cataluña, una nación europea”.

El folleto constituye una auténtica recopilación de falsedades históricas, tal y como señala Jesús Sanz, de Convivencia Cívica: desde la supuesta pérdida de la independencia catalana en 1714 -cuando Cataluña nunca ha sido un Estado independiente- hasta los 1.000 años de historia de Cataluña -una falacia inventada por el nacionalismo catalán duramente criticada por el común de los historiadores-, pasando por la calificación del parlamento catalán como el más antiguo de Europa -cuando incluso la UNESCO ha reconocido que el más antiguo es el de las Cortes de León-.