La crisis de Nissan en Barcelona se agudiza: el 60% de los proveedores ya ha presentado despidos
El último en hacerlo ha sido el fabricante de estructuras de asientos Tachi-S Engineering que tiene la intención de llegar a cabo el despido de 42 empleados
La reindustrialización de Nissan Barcelona no sirve para frenar el cierre de proveedores
La crisis industrial del automóvil se ceba con Cataluña: cierres y centenares de despidos en siete plantas
La planta de Nissan en Barcelona lleva años anunciando su cierre por el desplome de la producción y la deslocalización de modelos a otras factorías del fabricante japonés. Una crisis que comenzó a dar sus primeros coletazos en el año 2006 y que finalizará con el cierre de la Zona Franca el próximo 31 de diciembre de 2021. Un ‘cerrajozo’ que se está cebando de lleno con las factorías de la industria del automóvil en Cataluña, que desde el pasado mes de marzo han registrado una avalancha de despidos y cierres -un escenario al que hay que sumar los efectos provocados por el impacto de la crisis del coronavirus-.
Una situación que ha provocado que el 60% de los proveedores dentro de la planta de Nissan -on side- haya presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) desde mayo -mes en el que el fabricante automovilístico nipón anunció el cierre de la factoría-.
El último en hacerlo ha sido el fabricante de estructuras de asientos Tachi-S Engineering que tiene la intención de llevar a cabo el despido de 42 empleados con el objetivo de cerrar la producción en la Zona Franca por el cese de la actividad de Nissan en diciembre de 2021. En concreto, la compañía -ligada al fabricante automovilístico japonés desde sus inicios en Barcelona- comenzará el periodo de consultas con el comité de empresa este lunes.
Las más afectadas serán las compañías que mayor dependencia tengan de la firma nipona, ya que detrás de los 3.000 trabajadores directos de la planta de Nissan en Barcelona está el futuro de 23.000 puestos de trabajo indirectos y 78 factorías.
Sin embargo, el reguero de recortes de producción y empleo ya se aplica a buena parte de los proveedores. Los despidos de Tachi-S Engineering se suman a los de hace más de un mes de Magna, Magneti Marelli y Acciona, que han iniciado sus propios expedientes de extinción sin esperanzas de que la reindustrialización de Nissan en la Zona Franca sirva también para salvar a otras compañías que llevan décadas operando en la factoría.
En concreto, las más afectadas serán las que mayor dependencia tengan de la firma nipona, ya que detrás de los 3.000 trabajadores directos de la planta de Nissan en Barcelona están 23.000 puestos de trabajo y 78 factorías que dependen de forma indirecta de las instalaciones que tiene el fabricante automovilístico en la Zona Franca. A pesar de depender de la producción de la firma japonesa, Nissan dejó en agosto fuera del acuerdo -al que llegó con los sindicatos- a todas las empresas auxiliares hasta abocarlas al cierre definitivo.
Acciona despide a 500 trabajadores
Acciona Facility Services -la mayor subcontrata de Nissan en la Zona Franca- presentó un expediente de extinción de empleo que afectaba a más de 500 trabajadores empleados en el almacenaje de piezas y distribución a las lineas de ensamblaje. ¿El motivo? El hundimiento de la producción en la factoría que tan sólo produce un 120 coches al día, lo que se traduce en un 20% de la capacidad productiva de la factoría.
En concreto, estos 500 despidos provocaron el colapso de la planta de Nissan en Barcelona, ya que desempeñaban un trabajo fundamental para continuar con el ensamblaje de las pick-up Nissan Navara, Mercedes X-Class y Renault Alaskan en el sistema 2, hasta provocar un retraso de casi más de un mes en el inicio de la producción por la huelga de los empleados de la compañía de servicios.
Unos empleos que la factoría de la Zona Franca ya ha sustituido con personal propio y la contratación de 120 trabajadores temporales para atender las exigencias de Japón en los niveles de producción, como adelantó este diario.
El motor se desangra en Barcelona
Otra de las compañías del sector automovilístico de Barcelona que se han visto afectadas por los efectos del cierre de Nissan ha sido Magna -dedicada a suministrar piezas para los asientos y que también opera para otras factorías como Ford Almusafes o Volkswagen Navarra-. La compañía de componentes ha presentado un expediente de extinción que afecta a casi 60 empleados que han denunciado no tener las mismas condiciones que los trabajadores de la firma nipona.
Ante este escenario, preparan un calendario de movilizaciones para protestar por el maltrato de la multinacional japonesa -castigada por los efectos de la crisis del coronavirus- a sus proveedores. Unas movilizaciones a las que también se ha sumado la compañía de componente del sector del automóvil Magneti Marelli por el ERE que afecta a 59 trabajadores tanto de la Zona Franca como del centro de Santa Margarita y Monjós en Barcelona.
Por su parte, la compañía que suministra tubos para los frenos ha pactado que los despidos se ejecuten de forma progresiva según la decreciente producción del fabricante automovilístico japonés que se encuentra en su nivel más bajo de la historia.