¿Cómo complementar la pensión?

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Rentabilidad (Foto: GUETTY/ISTOCK).

Como se ha visto en el anterior artículo, uno de los grandes retos a afrontar durante los próximos años será el mantener el sistema de pensiones. Las opiniones sobre cómo afrontar esta situación son varias. Tal situación puede generar incertidumbre entre algunos, que pueden estar pensando, por si finalmente no se consigue mantener unas pensiones de un importe similar al actual, cómo complementarla.

Una vez alguien se jubila, ve reducido de forma importante su poder adquisitivo. Ahora bien, hay que continuar afrontando todo tipo de gastos: alquiler, suministros, alimentación, ayuda a familiares que lo necesiten… Por lo tanto, hay que pensar en estrategias para que, una vez jubilados, sea posible no ver reducidos los ingresos de una forma muy drástica.

¿Qué opciones existen para complementar la pensión?

Algunas de las alternativas existentes para complementar la pensión son las siguientes:

  • Planes de Pensiones: son los instrumentos más utilizados por el momento. Consiste en colocar en un plan una determinada cantidad de dinero pensada para utilizar durante la jubilación. Tiene estas principales características:
  • Distintos tipos según el riego: según el perfil, es posible invertir en un plan de más o menos riesgo. Normalmente, se aconsejan planes de riesgo medio o alto a personas jóvenes y más conservadores a medida que la edad de jubilación se aproxima.
  • Falta de liquidez: hasta hace muy poco, solamente era posible sacar el dinero del plan de pensiones antes de la jubilación en casos de paro de largo paro o gran invalidez. Este hecho provocaba que algunas personas, temerosas de tener que utilizar el dinero en el futuro, no invirtieran. Para solucionarlo, se ha establecido que será posible recuperar aquellas aportaciones hechas diez años antes (a contar desde ahora).
  • Ventajas fiscales: las aportaciones en un plan de pensiones reducen la base imponible a partir de la cual se calcula el impuesto sobre la renta. Es posible desgravarse un máximo de 8.000 euros anuales.
  • Planes de Previsión Asegurados: es un contrato de seguro de previsión voluntaria que comparten la iliquidez y los distintos tipos según riesgo que en el caso anterior.
  • Invertir en algún negocio: en el momento que se está trabajando, invertir a parte en algún negocio o franquicia que asegure unos ingresos de forma sostenida en el tiempo. Ahora bien, tal opción conlleva arriesgar un capital y, durante la jubilación, tener que estar atento a su evolución.
  • Invertir en el sector inmobiliario: es una opción que se realiza de forma más importante en lugares como Estados Unidos donde no existe un sistema de pensiones públicas tan completo como en Europa. Consiste en alquilar alguna vivienda anteriormente comprada y vivir de la suma de este importe y la pensión. Supone un cierto riesgo porque, por ejemplo, puede que algún alquilado no satisfaga el importe del alquiler o que el mercado inmobiliario baje y, por lo tanto, no se pueda cobrar un alquiler tan alto como para compensar el importe de la inversión realizado. Además, a nivel estructural, puede provocar un aumento general de los precios de la vivienda.
  • Ahorrar: se trata de la opción más simple y segura de todas. Sencillamente, mantener los ahorros en la cuenta o en cualquier producto de bajo riesgo (como depósitos) aunque no dé prácticamente ninguna rentabilidad. El principal inconveniente de esta opción es que no se recupera el incremento del coste de la vida. Es decir, mientras los precios suben (inflación) los ahorros se mantienen prácticamente igual, hecho que provoca una disminución del poder adquisitivo.

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