Cómo actuar ante un trabajador conflictivo
En algunos casos, puede aparecer alguien con una actitud obstructiva, poco colaboradora o hasta invasiva hacia algunos compañeros.
Asegurar una convivencia estable y agradable dentro de los equipos es básico para que cada trabajador puede desarrollar su trabajo de la mejor manera posible. Ahora bien, en algunos casos, puede aparecer alguien con una actitud obstructiva, poco colaboradora o hasta invasiva hacia algunos compañeros. La función del responsable es, entonces, intentar encontrar una solución para evitar que el conflicto vaya a más y cause un grave perjuicio, tanto a la organización como a sus miembros.
Algunas de las medidas a emprender cuando nos encontramos ante un caso como el descrito son:
- Conocer la opinión de distintos miembros del grupo: al final, dentro de un equipo, menos en casos muy aislados, la gran mayoría de personas trabajan y cooperan. Por lo tanto, el problema acostumbra a estar en una persona o en un grupo muy reducido. Así pues, es muy útil conocer la opinión y la explicación de los hechos de aquellas personas que trabajan de acuerdo con lo establecido para conocer la magnitud del problema. Del mismo modo, se les puede preguntar sobre posibles soluciones que ellos propondrían.
- Hablar de forma directa con la persona conflictiva: el individuo que genera el problema debe de saber que la empresa es conocedora de su actitud y del mal que está ocasionando.
- Proponer un plan de trabajo con un vencimiento específico: una vez se ha hablado con todas las partes afectadas, hay que redactar un calendario con los objetivos a conseguir en términos de comportamiento y relación.
- Realizar un seguimiento de la evolución del conflicto: aunque el conflictivo asegure que no volverá a actuar de forma incorrecta, no existe ninguna seguridad sobre ello. Por lo tanto, hay que advertir al responsable del grupo sobre lo sucedido con la finalidad de que siga la actuación de esta persona. De esta forma, puede cortar de raíz cualquier indicio y ofrecer un feedback a la dirección.
- Advertir de una posible sanción: las empresas deben de tener un documento en el cual se detallen las distintas sanciones a soportar en caso de tener comportamientos que vayan en contra de lo establecido. Es importante que la persona infractora que está generando un daño sepa que, de continuar su actitud, habrá una consecuencia negativa hacia él.
- Despedir: en caso que la conducta incorrecta perdure en el tiempo y tampoco se perciba ninguna voluntad de mejora, entonces no queda otro remedio que despedir a la persona conflictiva. Evidentemente, si ha habido alguna falta grave de respeto o agresión a alguien, no es necesario seguir ningún protocolo. Directamente, ante la gravedad de lo sucedido, se hecha a la persona de la empresa. En caso de no hacerlo de una forma inmediata, se puede generar gran malestar en el grupo que, además, considerará la decisión de no despedirlo como una falta de autoridad por parte de la dirección y, a la vez una falta de respeto hacia ellos.
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