La CNMV advierte del «creciente» riesgo de impagos de las pymes en los próximos meses
El nivel de estrés en el sistema financiero español se redujo en enero
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha identificado un riesgo de crédito «creciente» en los próximos meses de las pymes, que afectará sobre todo a compañías de menor tamaño y pertenecientes a sectores perturbados con mayor intensidad por las medidas restrictivas derivadas de los efectos de la crisis del coronavirus.
Según explica el supervisor en la nota de estabilidad del mes de enero, las medidas adoptadas por las autoridades, como las moratorias, los avales públicos o las ayudas directas han evitado «hasta ahora» un aumento considerable de las insolvencias de las empresas, que con «gran probabilidad crecerán según estas medidas vayan venciendo». Un escenario que llega tras conocerse la propuesta que han realizado desde el Ejecutivo, que se plantea una posible condonación de los créditos ICO a las empresas viables.
En este sentido, el análisis reconoce que a pesar de que el riesgo de crédito de los emisores españoles no muestra una evolución «especialmente negativa ni alarmante» de acuerdo con los indicadores de primas de riesgo y calificaciones crediticias, son precisas ciertas matizaciones que acarrean conclusiones «menos optimistas».
Por un lado, la CNMV atribuye el nivel bajo de las primas de riesgo en gran parte a las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE). De otro lado, tanto las primas de riesgo que se muestran como las calificaciones crediticias corresponden en una proporción importante a compañías de tamaño medio y grande, que pueden verse, en algunos casos y en cierta medida, menos afectadas por la crisis actual.
En general, la información sobre las calificaciones crediticias de la deuda de los emisores españoles del cuarto trimestre de 2020 continúa sin apuntar a un riesgo de crédito relevante, al menos para el conjunto de emisores sobre los que se dispone de información.
Estas calificaciones, que se habían deteriorado ligeramente en los primeros meses de la crisis, tendieron a estabilizarse con posterioridad y, aunque se observan algunas rebajas en los ratings de varios emisores, estas continúan sin ser generalizadas y tampoco están concentradas en un sector determinado.
Reducción del estrés financiero
La nota de enero refleja una disminución significativa del nivel de estrés en el sistema financiero. Este índice ha pasado de valores cercanos a 0,50 a niveles próximos a 0,30, muy cerca del umbral que separa el nivel de estrés medio del bajo. Desde la publicación de la última nota en noviembre, el indicador de estrés de los mercados financieros españoles se ha situado cerca del umbral que marca un estrés bajo por la evolución positiva de los seis segmentos del sistema financiero considerados.
Así, todos los segmentos han mostrado disminuciones, si bien el de los intermediarios financieros sigue siendo el mayor. La correlación del sistema se mantiene alta.
Incertidumbre por las elecciones de Cataluña
De su lado, las fuentes de incertidumbre política que provienen del exterior como el Brexit y el relevo de la Administración estadounidense se han atenuado de forma notable, aunque la CNMV advierte de que «se mantienen las de carácter doméstico». En el plano nacional, el informe destaca que la coordinación y gestión de la crisis sanitaria por parte de las diferentes administraciones involucradas sigue considerándose una posible fuente de incertidumbre política.
Asimismo, señala que el ritmo del proceso de vacunación deteriora las expectativas de alcanzar a corto plazo la inmunidad de grupo. Así, destaca que la dureza de la tercera ola de Covid-19 en España, con las restricciones asociadas conllevarán un impacto en términos económicos y prolongarán la incertidumbre en los mercados financieros.
Entre otras fuentes de incertidumbre de naturaleza política en el plano nacional el análisis señala la elevada fragmentación parlamentaria actual, que puede dificultar la adopción de determinados acuerdos, y a los resultados de las elecciones en Cataluña.
Las criptomonedas
Entre las fuentes de riesgo que pueden acabar teniendo relevancia en términos de estabilidad financiera en el contexto actual, la CNMV ha destacado el incremento de actividad por parte de inversores individuales, así como el aumento de las actividades no presenciales en relación con el riesgo de ciberseguridad.
Asimismo, el supervisor ha advertido de las implicaciones del contexto de tipos de interés reducidos, que, aunque también supone la contención de los costes de financiación, prolonga e intensifica las estrategias de búsqueda de rentabilidad y el endeudamiento de los agentes, además de perjudicar el desarrollo de algunos modelos de negocio como banca, seguros, fondos de pensiones o determinadas tipologías de fondos de inversión.
En cuanto a la evolución de las criptomonedas, que han experimentado significativas revalorizaciones en los últimos meses, la CNMV ha señalado que su evolución «no representa, por el momento, un riesgo relevante para la estabilidad financiera». No obstante, señala que «podrían suscitar preocupaciones relacionadas con la protección del inversor» por aspectos como su alto riesgo, su complejidad, su iliquidez, falta de transparencia, o la ausencia de un marco regulatorio.