La CNMC forzará a BBVA a mantener más tiempo el crédito a los clientes de Sabadell pero no para siempre


La CNMC (la autoridad de Competencia) va a optar por una solución salomónica en la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell: va a exigir al primero que mantenga el crédito y las condiciones actuales a los clientes del segundo más tiempo del ofrecido por el propio BBVA, pero no va a exigir «medidas estructurales» como pide la cúpula del Sabadell, según fuentes cercanas al organismo.
En principio, uno de los remedies ofrecidos por el BBVA a la CNMC para que apruebe su OPA es mantener el crédito y las condiciones del mismo a las pymes clientes del Sabadell durante un período de 18 meses. Este compromiso ha sido considerado insuficiente por el organismo que preside Cani Fernández, que pretende duplicar ese plazo hasta tres años, siempre según las fuentes.
Ahora bien, el Sabadell sostiene que cualquier medida temporal -aunque se duplique el plazo- es insuficiente para compensar el efecto que tendría en la competencia la desaparición de un banco con 250.000 millones de euros de balance.
«Si la CNMC no pone condiciones muy duras, habría un problema de competencia porque los remedies serían insuficientes. La operación pone en peligro el bienestar de España, afecta al 70% del tejido productivo y no es reparable: el negocio de empresas no es como el de particulares, ese hueco que dejaría el Sabadell queda vacío y la CNMC es responsable de que eso no ocurra», sostuvo el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, la semana pasada.
El banco catalán siempre ha defendido que las condiciones que se impongan a la OPA del BBVA deben ser «estructurales», es decir, no limitadas en el tiempo. Por ejemplo, González-Bueno defendió en una entrevista con OKDIARIO que la CNMC debería desgajar el negocio de pymes del Sabadell y venderlo a otras entidades para aprobar la oferta.
Otras fuentes matizan que este banco no ha propuesto la venta de todo ese negocio en sus alegaciones ante la autoridad de Competencia, sino sólo en aquellos lugares donde el grado de concentración sea superior al 50% (es decir, aquellos en que entre el BBVA y el Sabadell controlen más de la mitad del mercado).
Modelo inadecuado
En lo que sí coinciden todas las fuentes es en que el modelo en que se basa el análisis de la CNMC -que analiza la concentración por códigos postales y fue el utilizado en la compra de Bankia por CaixaBank- no es adecuado para esta operación, en la que el problema de competencia está en el negocio de empresas y no en el de particulares.
«No se trata tanto de las pequeñas empresas, sino de las medianas, las que facturan entre 20 y 200 millones al año. Estas compañías no tienen acceso a los mercados de capitales ni a la banca extranjera, y necesitan trabajar con cuatro entidades porque ningún banco quiere asumir más del 25% del riesgo. Si de cuatro pasas a tres con la desaparición del Sabadell, tienen un problema serio», explica otra fuente conocedora de la situación. Y concluye: «La metodología de la CNMC no encaja en este caso».
Pero también hay consenso en que nadie espera que el organismo cambie esta metodología a pesar de las alegaciones del Sabadell. Es decir, ampliará el período en que deben mantenerse las condiciones actuales pero no tomará las medidas estructurales solicitadas por el banco que preside Josep Oliu.