Bancos

Cinco mentiras sobre la banca con las que Pablo Iglesias ha vuelto tras su baja

Desde su reentrée en la arena política hace menos de 15 días, Iglesias ha centrado su discurso en los bancos, aportando datos erróneos o directamente falsos.

Pablo Iglesias
Iglesias, el pasado 30 de marzo en Pamplona

El pasado 22 de marzo Pablo Iglesias hacía su ‘reentrée’ triunfal en la primera línea política tras varios meses apartado de los focos como consecuencia de su baja de paternidad. El regreso del líder de Podemos se ha visto recubierto de un discurso muy preparado contra los bancos, los medios de comunicación y esa suerte de poder oculto mediático-empresarial que impide que España sea una democracia plena, según su punto de vista.

Ya desde el sábado de su regreso, cuando Iglesias concedió una entrevista en La Sexta, y en las jornadas posteriores el político madrileño ha sostenido una serie de enunciados acerca de los bancos que pueden calificarse de incorrecciones o errores, cuando no deliberadamente de falsedades o mentiras. Hacemos una recopilación de algunos de los mensajes falsos, todos ellos pronunciados durante la entrevista en directo el programa La Sexta Noche del pasado 23 de marzo

1.»El Tribunal Supremo le dio razón a la gente con las comisiones de los bancos»

En esta construcción que tal vez ha sido deliberadamente llevada al error, Iglesias se está refiriendo al escándalo del Tribunal Supremo con el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, el pasado mes de noviembre, cuando el Alto Tribunal cambió de criterio para establecer en su sala contencioso-administrativa, que el IAJD, entre un 0,5% y un 1,5% del importe de cada hipoteca, debería ser pagado por el banco y no por el consumidor.

En ningún caso hubo comisiones, al tratarse el IAJD de un caso de naturaleza tributaria

Sin embargo, el parecido de lo mencionado por Iglesias con la realidad es inexistente. Lo que el Supremo dijo es que el IAJD era un impuesto cuyo hecho imponible debería adjudicarse a los bancos y no a los ciudadanos. Pero en ningún caso hubo ningunas comisiones, que son recargos que cobran los bancos por determinados servicios. De lo que estamos hablando aquí es de un cambio de criterio en la interpretación de la ley que tanto los bancos como los consumidores, notarios y el resto de agentes del sector hipotecario, interpretaban de una forma, habida cuenta de la ambigüedad con que la ley lo expresaba (decía que debía pagar el impuesto quien se beneficiara de la hipoteca).

Al cambiar la ley mediante un real decreto publicado por el Gobierno de Pedro Sánchez, ya no hay forma de que los ciudadanos paguen el impuesto -que no comisión-.

2. «La gente sabe que los bancos tendrían que devolver las comisiones. ¡Que devuelvan lo que han cobrado!».

En ningún caso los bancos cobraron el impuesto de actos jurídicos documentados (IAJD). Como entidad privada, un banco no puede cobrar un impuesto, facultad que le queda reservada a la administración de Hacienda central, regional o municipal. Durante muchos años, los beneficiarios del IAJD y quienes lo han cobrado de forma errónea según la sala administrativa del Supremo, han sido las comunidades autónomas, no los bancos.

Al referirse a «comisiones», Iglesias mezcla el caso del IAJD, un caso de naturaleza tributaria, con otros donde los bancos sí cobraron esas «comisiones» de manera indebida según la justicia. Por ejemplo, las cláusulas suelo, que la justicia ha considerado nulas por haberse comercializado con falta de transparencia y que han sido tratadas judicialmente como si de comisiones se tratara, al igual que las comisiones de apertura, cancelación, subrogación y otras muy comunes en los contratos hipotecarios.

3. «Lo que dijo el Supremo es que las comisiones tenían que cobrarse con carácter retroactivo»

El Supremo no entró a valorar en su polémica sentencia del 18 de octubre si el impuesto AJD debía pagarse con carácter retroactivo, en este caso devolverse a los consumidores (por parte de las autonomías, que fueron quienes lo cobraron). Esta era una de las principales dudas cuando la sala Tercera presidida por Luis María Díez-Picazo se reunió el lunes 5 de noviembre para uniformizar la doctrina sobre el impuesto. Esas semanas habían generado la sospecha de si efectivamente el pago del AJD debía hacerse con carácter retroactivo.

Y lo que el pleno del Supremo sentenció es que no debía de haber retroactividad. Al contrario de lo que aseguró Iglesias, el Alto Tribunal dejó claro que los tres fallos del Pleno sobre el artículo 68.2 del impuesto de AJD que anularon otros tres fallos anteriores publicados en octubre, a raíz del cual se derivó a la banca la responsabilidad del tributo, «tienen un valor meramente interpretativo» y por tanto su anulación no era relevante a la hora de interpretar si debía de haberse cobrado de otra manera en adelante.

4. El Supremo dijo que los bancos tenían que pagar lo que debían y algunos llamaron por teléfono para que los bancos no pagaran lo que debían. Usted ha estado pudiendo cometer un delito, pero vamos a hacer tabula rasa y como diría José Mota: ‘Hoy no, mañana va a tener usted que pagar esas comisiones’».

Independientemente de la posibilidad de que hubiera llamadas de bancos o no al Supremo, algo que no está demostrado pero fácil de creer, lo que bajo ningún caso cometieron los bancos en el caso del AJD fue ningún «delito» o ilícito penal. Como hemos explicado antes, el debate jurídico sobre el impuesto hipotecario para nada pertenecía a la jurisdicción penal sino a la civil y a la contencioso-administrativa, como prueba que fuera precisamente estas dos salas del Supremo las que tuvieran criterios opuestos sobre el hecho imponible del IAJD.

Calificar de «delito» este hecho está fuera de toda lógica, por cuanto la banca lo que hizo durante todos esos años fue hacer una interpretación del hecho imponible del impuesto que era la comúnmente aceptada por la mayoría de los tribunales y que además le beneficiaba. Aunque había voces en contra, el consenso jurídico decía que quien se beneficiaba de la obtención de un título de garantía hipotecaria era el consumidor y no el banco. Posteriormente la sala 3 cambió este criterio, al considerar que es el banco quien se beneficia de la hipoteca, al obtener con ella una garantía de devolución de su préstamo.

5. «Los bancos deben 60.000 millones de euros»

Este mensaje es probablemente uno que tiene algo de verdad cuando Pablo Iglesias habla sobre los bancos. El Banco de España ya certificó en junio de 2017 que el erario ha perdido 60.000 millones de euros con el rescate bancario, o lo que es lo mismo cuatro de cada cinco euros aportados.

Sin embargo, actualmente la deuda estimada por las ayudas que recibió la banca es algo menor tras ajustes aplicados por el Banco de España en noviembre de este año. La estimación es de que se han perdido 42.017 millones de euros del total de 54.353 destinados a medidas de apoyo a los bancos. Hasta el 31 de diciembre de 2017, solo se han recuperado 4.477 millones, y hay previsión de ingresar otros 10.000 más si se ejecuta la privatización de Bankia.

Lo que también sería interesante comentar es que mediante el rescate bancario, lo que hizo en ese momento el Gobierno español (bajo el mandato de la Unión Europea) fue garantizar los depósitos bancarios y evitar un corralito. Por ejemplo, sólo Bankia tenía 300.000 millones de euros en depósitos, muchos de los cuales no se hubieran podido recuperar en caso de no haber rescatado a la entidad. Actualmente Bankia ha recibido 22.400 millones de euros de dinero público y apenas ha recuperado poco menos de 3.000.

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