El CEO de BBVA admite que su única opción de fusión en España sería el Banco Sabadell
Onur Genç asegura que "una adquisición debe ser grande", lo que descarta las antiguas cajas
Torres (BBVA) y Oliu (Sabadell) inician las conversaciones para fusionar los dos bancos
El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, reconoció la semana pasada en una conference call con analistas que «cualquier adquisición en España tendría que ser grande», lo que deja como única opción al Banco Sabadell: descarta por tamaño a las antiguas cajas (que andan en torno a los 50.000 millones de activos) y a Bankinter, y la fusión de CaixaBank y Bankia también las saca de la ecuación.
Como adelantó OKDIARIO, los presidentes de BBVA (Carlos Torres) y Sabadell (Josep Oliu) han mantenido contactos preliminares para explorar una posible operación. Por ello, los analistas presentes en esta conferencia hicieron varias preguntas a Genç sobre la participación de la entidad en el proceso de concentración bancaria en España.
Como es habitual en casi todos los bancos, el CEO turco de BBVA explicó que cualquier operación tiene que crear valor y tener sentido industrial, es decir, no se trata de «crecer por crecer» o de quedar por delante de sus competidores en tamaño. También dijo que tiene que tener una prima de control y poder financiarse con facilidad, un requisito este último bastante complicado con las hundidas cotizaciones actuales (captar capital en mercado requiere emitir muchas acciones). Y que no hay ninguna presión para acometer una compra porque está cómodo con su 15% de cuota de mercado.
Pero añadió algo que no es tan habitual, la citada referencia al tamaño. Es decir, si no acomete ninguna compra, no pasa nada; pero si la hace, tiene que ser suficientemente grande para suponer un salto relevante del peso de España en el balance del banco que reduzca su exposición a mercados emergentes como México o Turquía. Comprar Liberbank, Abanca o Unicaja no permitirían ese salto, lo cual deja como única opción viable el Sabadell.
¿BBVA necesita una operación en España?
Esta declaración abre dos interrogantes. El primero es si el BBVA necesita o no acometer una fusión en España. Société Générale opina que «su exposición a los mercados emergentes, en torno al 70% del beneficio total, nos parece elevada. Eso también es una preocupación para los inversores y puede suponer un riesgo de M&A (fusiones y adquisiciones) para los accionistas si el mercado tiene que reequilibrar ese mix».
Según este banco de inversión, el propio BBVA reconoce que su baja cotización en bolsa limita su capacidad para financiar una operación con una ampliación de capital. Claro que el Sabadell está todavía más barato que BBVA y apenas vale 1.600 millones tras caer otro 14% la semana pasada, lo que reduce esa necesidad de captar nuevo capital (aparte de que generaría un importante badwill con el que sanear balances y cubrir los gastos de reestructuración, como en el caso de CaixaBank).
UBS estima que este efecto contable puede llegar a unos 8.000 millones frente a unos costes de despidos de en torno a 2.300. Cifra las sinergias que podrían alcanzarse en 800 millones.
La segunda cuestión es el riesgo que asume en una operación como la de Sabadell. La firma de análisis especializada Autonomous sostiene que «crear valor en una operación que conlleva riesgos de calidad de los activos [es decir, morosidad] o que requiere una ampliación de capital a una baja valoración bursátil (precio/valor en libros) es relativamente difícil de conseguir».
El Sabadell, casi sin opciones
Ese es el gran riesgo que encuentran los analistas en esta operación: el mercado considera que Sabadell es el banco más vulnerable de los grandes en el entorno actual de aumento de la morosidad y tipos negativos, ya que tiene un importante negocio de pymes y relacionado con el turismo (heredado de la antigua CAM), los sectores más afectados por el covid.
Asimismo, Sabadell sigue lastrado por el británico TSB, que le ha ocasionado enormes gastos por sus problemas tecnológicos y que sigue sin aportar al beneficio al día de hoy. El mercado cree que no tendrá más remedio que venderlo. Todo esto explica el derrumbe bursátil del banco, que sufre el mayor castigo del sector.
Y también explica que casi nadie crea que puede seguir en solitario. El problema es con quién podría casarse. Las negociaciones con Bankia de hace dos años se rompieron y con CaixaBank, su ‘eterno rival catalán’, nunca hubo buen ‘feeling’; de hecho, no pocas voces sostienen que Isidre Fainé se ha lanzado a por Bankia para evitar que al final tuviera que «tragarse» al Sabadell.
Esto le deja casi como única opción a BBVA, salvo un improbable candidato extranjero -los grandes bancos internacionales han salido de España salvo Deutsche Bank, que se quedó porque nadie le pagó lo que pedía- o una operación sorpresa que se antoja casi imposible, como la de Abanca que desearía acometer el presidente de la entidad gallega, Juan Carlos Escotet.