Inversión

El capital riesgo español quiere acabar con la expresión ‘capital riesgo’

capital riesgo
Oriol Pinya, presidente de SpainCap y de la sociedad de capital privado Abac.

No diga ‘capital riesgo’. Diga ‘capital inversión’, o ‘capital privado’, o incluso emplee el anglicismo ‘private equity’. Pero nunca ‘capital riesgo’.

El sector del, perdón, capital riesgo español, lleva más de tres décadas, desde su nacimiento en el país, en conflicto con su propia denominación.

Para los profesionales que trabajan en esta industria -dedicada a la adquisición de compañías en las que se involucran en la gestión para, en un plazo determinado de años, incrementar su valor y venderlas con beneficios- presentarse ante los inversores con el término ‘riesgo’, no es la mejor tarjeta de visita posible.

Hasta tal punto ha llegado el sector a renegar de su denominación tradicional en España, que la asociación que representa a las sociedades que operan en el país ha modificado su nombre para borrar cualquier resquicio del término ‘riesgo’.

Ascri, fundada en 1986, eran las siglas de la Asociación de Entidades de Capital Riesgo. Hace unos años modificó el contenido de sus siglas, pasando a llamarse Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión. Y esta misma semana la patronal ya ha dado el paso definitivo de cambiar totalmente de nombre, denominándose ahora SpainCap.

«Nunca digo que hago capital riesgo, ni yo ni nadie del sector», comenta Oriol Pinya, presidente de SpainCap y de la sociedad de capital privado Abac Capital.

La expresión ‘capital riesgo’, comenta, proviene de una traducción de ‘capital risk’, que se empleaba en Francia. «Pero es una expresión que ya no se utiliza en Francia, y que nunca se ha empleado en el mundo anglosajón», explica Pinya.

En opinión del presidente de SpainCap, la acepción en España de la palabra riesgo conlleva una connotación negativa. «La palabra riesgo quiere decir volatilidad del resultado; que cualquier actividad conlleve un riesgo no es negativo en sí mismo, pero en España sí tiene cierto sentido negativo», considera.

Sin embargo, las alternativas propuestas a la expresión ‘capital riesgo’ también tienen sus peculiaridades. Oriol Pinya, que antes de fundar Abac Capital, en 2014, trabajó 15 años en la firma internacional de inversión Apax, propone ‘capital privado’.

Se trataría de una expresión que se opondría a la de ‘capital público’. Pero en realidad respondería a una traducción del ‘private equity’ empleado de forma generalizada en el mundo anglosajón, que no trata de distinguir entre el capital privado y el capital público o estatal, sino diferenciarse del capital destinado a la inversión en Bolsa.

Además, en la industria, perdón de nuevo, del capital riesgo, se distingue entre el private equity, y el venture capital, que sería lo mismo, pero esta última expresión referida a la inversión en empresas de reciente creación que requieren una inyección de capital inferior.

El Diccionario panhispánico del español jurídico se refiere al ‘capital riesgo’ con el sentido de «actividad financiera organizada para facilitar recursos a medio y largo plazo a empresas con dificultades, pero sin que el aporte tenga intención de permanecer ilimitadamente como socio o financiador de las mismas».

El capital riesgo (ups), realmente no invierte necesariamente en empresas en dificultades. La definición del diccionario jurídico, por lo tanto, no sería adecuada. En España, por ejemplo, posiblemente la sociedad del sector más activa es CVC Capital Partners, que ha invertido en compañías como LaLiga, Naturgy o la Universidad Alfonso X El Sabio.

Desde la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), creada por el Departamento de Español Urgente de la Agencia Efe, patrocinada hasta 2020 por BBVA, se ha explicado a OKDIARIO que, en principio, «capital privado se asocia más al capital particular y personal de cada individuo, y se contrapone a capital público».

«No obstante», señalan en la fundación, «no somos expertos en economía y no podemos confirmar que capital privado o capital inversión se refieran a la misma realidad y puedan usarse como sinónimos de capital riesgo».

«Todos los activos financieros tienen un riesgo», afirma Oriol Pinya. «¿Por qué no se emplea ese término para definir la inversión en criptomonedas, o en compañías cotizadas?», se pregunta. «A nosotros nos han colgado el sambenito del riesgo, cuando logramos mejores rentabilidades que otras inversiones y las nuestras son más estables», lamenta el presidente de SpainCap.

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