Calviño quiere un alfil en la CNMC para frenar el intervencionismo de Podemos y los independentistas
La ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital conoce a la abogada Cani Fernández, ex socia del bufete Cuatrecasas, desde hace muchos años cuando ambas trabajaban, cada una jugando en un lado del campo, en el ámbito de competencia en Bruselas.
Apenas una semana después de que se produjera un fuerte encontronazo entre facciones en el Gobierno con motivo del pacto de PSOE y Podemos con Bildu para suprimir íntegramente la reforma laboral, el presidente Pedro Sánchez aparentemente hace una concesión a su ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, con la propuesta de nombramiento para presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de la abogada y socia del bufete Cuatrecasas, Cani Fernández.
Fernández es, según todas las fuentes consultadas, una antigua conocida de Calviño, y entre ambas hay una afinidad especial. La gallega y la murciana, aunque nunca trabajaron juntas, sí que se conocían muy bien desde muchos años atrás, ya que Fernández es uno de los abogados más prestigiosos del derecho de la competencia en España, con muchas décadas de experiencia, mientras que Calviño está muy versada en los ámbitos de competencia, que inició en 1996 en el Servicio de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía para luego trabajar en la Dirección General de Defensa de la Competencia de la Comisión Europea entre 2004 y 2010.
Si la ministra conoce bien la capital belga, no queda muy lejos la abogada de Cuatrecasas, que estudió en una de las universidades de Bruselas, ciudad a la que ha vuelto en multitud de ocasiones por motivos profesionales relacionados con el derecho a la competencia. El currículo de ambas se solapa durante muchos años en la capital de la Unión Europea.
Aunque tiene un perfil técnico, la propuesta de Fernández tiene mucho de mensaje político a la facción de Podemos en el Gobierno
Según fuentes conocedoras del perfil profesional de Cani Fernández, su carácter es principalmente técnico. Sin embargo, su colocación por parte de Calviño tiene mucho de mensaje político a la parte ‘podemita’ del Gobierno: Fernández es un perfil que ha defendido a grandes empresas durante su carrera, muchas de ellas auténticos enemigos declarados de Unidas Podemos, como Uber, a la que defendió en 2017 en un pleito que perdieron en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en Luxemburgo, como ha informado OKDIARIO este lunes. Con su nombramiento, Calviño se aseguran un alfil en la CNMC a favor de criterios más liberales y a favor de las empresas.
Sin embargo, en el partido de Pablo Iglesias son enemigos declarados de muchas empresas, entre ellas Uber, con diputados como Rafael Mayoral o el propio ministro de Consumo, Alberto Garzón, que han expresado en multitud de ocasiones su falta de simpatía con esta compañía y con otras similares como Cabify.
No a Bacigalupo
Durante los meses anteriores había sonado para presidente de CNMC Mariano Bacigalupo, actual consejero del regulador. Sin embargo, tal vez su condición de marido de la ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera, ha acabado desaconsejando su ascenso. María Fernández, vicepresidenta de la entidad, también sonaba.
Fernández se encontrará con un consejo de la CNMC difícil de gobernar, debido a que tendrá que incorporar consejeros independentistas y de Podemos
No obstante, si es nombrada, Fernández se encontrará con un consejo de CNMC que no será muy fácil de gobernar. Hasta cuatro consejeros han expirado sus cargos y deberían abandonar el regulador, pero sus puestos de interinidad se alargan en demasía, estando la mayoría fuera de plazo desde el pasado mes de septiembre.
El periódico ‘El Mundo’ ha adelantado de que Pep Salas es el candidato nombrado por ERC, después de haberse presentado con los independentistas en las elecciones municipales de 2019. Además, faltarían los afines a Unidas Podemos. Fernández debería de evitar una situación como la del presidente saliente, José María Marín Quemada, que no controló el órgano de gobierno del regulador ni un solo día desde su llegada.
Cuatro consejeros más
De ser nombrada finalmente como presidenta, Cani Fernández deberá de lidiar seguramente con un consejo que no controle y con miembros mucho más contrarios a los mercados y a la competencia. La CNMC que reformó el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013, con la integración de seis reguladores anteriores que funcionaban de forma independiente, ha mostrado en estos años atrás una gran actividad, sobre todo de comunicación de sus expedientes abiertos. Otra cosa ha sido el éxito de sus multas, que en muchas ocasiones han sido recurridas y echadas para atrás.
Por tanto, quedaría raro que la prestigiosa abogada de Cuatrecasas hubiera optado a este nombramiento sin asegurarse al menos parcialmente quienes pueden ser sus compañeros de camino en el consejo. De lo contrario, ni su prestigio ni el respaldo de Calviño asegurarían su éxito en el ‘súper regulador’.