El BCE recrimina a BBVA por la guerra abierta entre Carlos Torres y Onur Genç
Los dos principales ejecutivos de BBVA, el presidente Carlos Torres y el consejero delegado Onur Genç, mantienen un enfrentamiento que empieza a afectar seriamente al funcionamiento del banco. Tanto es así, que el BCE ha dado un toque de atención a la entidad para que ponga fin a esta situación; en Frankfurt preocupan muchísimo las cuestiones de gobierno corporativo. El problema es que la situación tiene muy mal arreglo, y más con la espada de Damocles del caso Villarejo.
Varias fuentes conocedoras de la situación confirman que el divorcio es total entre Torres y el turco Genç, hasta el punto de que «parece que en BBVA no manda nadie», según una de ellas. Torres es el presidente ejecutivo que nombró Francisco González cuando se vio obligado a dejar la presidencia por su imputación en la Audiencia Nacional. Pero no ejerce como tal, según las fuentes: «no toma ninguna decisión». Un portavoz de BBVA señaló que no han recibido ninguna comunicación del BCE ni que haya un enfrentamiento entre los dos directivos.
Genç procede del banco que BBVA compró en Turquía, el Garanti. Su nombramiento sorprendió a propios y extraños, y en el sector se comenta que fue una exigencia incluida en la operación de adquisición. En todo caso, ha ido ganando poder en el banco ante la inacción de Torres, hasta el punto de que uno de los hombres de confianza del presidente, Javier Rodríguez Soler, responsable de la unidad de Estados Unidos hasta su venta en noviembre, ha acabado en un cargo de segunda fila (sostenibilidad) cuando llegó a sonar para director financiero e incluso consejero delegado.
Este enfrentamiento se traduce en el parón estratégico de BBVA. Torres es partidario de acometer una fusión en España, como la fallida de Sabadell, mientras que Genç quiere incrementar todavía más la posición del banco español en su Garanti desde el 49,85% que detenta desde 2017. Turquía es el tercer país más importante para la entidad, por detrás de España y México.
El BCE se pone serio
El divorcio y el consiguiente parón han hecho saltar las alarmas en el Banco Central Europeo. No es el primer toque que dan al BBVA desde Frankfurt, pero ahora se han puesto serios de verdad, según las fuentes. El BCE ha impuesto en casi todos los bancos europeos el modelo de un presidente no ejecutivo (chairman) y un consejero delegado ejecutivo; como excepciones notables están BBVA, Santander y, hasta cierto punto, CaixaBank.
Pero ese modelo tiene muy difícil su implantación en el BBVA actual, puesto que el BCE no es en absoluto partidario de dar todo el poder de un banco sistémico a un ejecutivo no comunitario y que, además, sospecha que tiene lazos con el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan.
El riesgo de imputación de Torres
A todo esto, no hay que perder de vista que existe el riesgo de que el juez Manuel García-Castellón acabe imputando al propio Torres o incluso a todo el consejo del banco. En el primer caso, Torres tendría que dimitir; en el segundo, tanto Torres como Genç tendrían que abandonar sus cargos. El magistrado ha reafirmado la imputación de Francisco González por administración desleal y ha hecho lo propio con el director de comunicación, Paul Tobin.
En este caso, «La finalidad de la diligencia [la citación como imputado de Tobin] es arrojar luz sobre el procedimiento de búsqueda de información de lo sucedido, especialmente, determinar qué personas supieron del mismo, a quién se reportó y en qué término y, si se ha tratado de encubrir la participación de algún alto directivo o ejecutivo de la entidad», argumenta el magistrado en un auto. Las fuentes consultadas sostienen que ese alto directivo al que estaría encubriendo puede ser Torres -a quien reporta Tobin-, lo que justifica el riesgo de imputación de Torres.