El BCE abre la mano y permitirá a los bancos repartir dividendo hasta el 15% de los beneficios
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este martes abrir la mano con la banca y, aunque recomienda no repartir dividendos todavía, ha anunciado que permitirá bonificar a los accionistas pero con un límite del 15% de los beneficios y limitado hasta el 30 de septiembre de 2021. Además, el organismo supervisor de la banca ha anunciado también que el reparto no debe superar el ratio de capital de máxima calidad sobre los activos ponderados por riesgo en 20 puntos básicos.
El organismo que preside la francesa Christine Lagarde ha subrayado que «los bancos que tengan la intención de repartir dividendos o recomprar acciones deben ser rentables y tener trayectorias de capital robustas». Exige además que las entidades deben contactar con su equipo supervisor para discutir si los dividendos que quieren repartir son prudentes.
«La recomendación revisada está dirigida a salvaguardar la capacidad de los bancos de absorber pérdidas y prestar para apoyar la economía. Sigue siendo necesario una aproximación prudente continuada, ya que el impacto de la pandemia en los balances de los bancos no se ha manifestado en su totalidad porque los bancos se están beneficiando de varias medidas de apoyo públicas y debido a que los deterioros de crédito vienen con un retraso temporal», ha subrayado el BCE.
Cambio de opinión
El BCE había mostrado hasta ahora una intención de mantener para el año próximo las restricciones al reparto de dividendos decretado el pasado mes de marzo ante la nueva ola de la pandemia y la difícil situación de algunos bancos. El objetivo era que la banca tuviera más dinero para prestar a las empresas y a las familias y así poder hacer frente mejor a la crisis económica generada por la pandemia. Sin embargo, grandes entidades como Santander o BBVA en España han estado presionando durante semanas para que se levantara esta restricción ante la huida de los inversores internacionales, que ha provocado importantes caídas en la acción.
Los dividendos estarán limitados al 15% de los beneficios y hasta el 30 de septiembre de 2021, aunque el BCE recomiendo no bonificar a los accionistas todavía
Finalmente se ha impuesto una solución salomónica y el BCE no ha prohibido totalmente repartir dividendos -como rechazaba la gran banca- ni los ha permitido al 100% -muchas entidades pequeñas no podrían repartirlos-. La solución intermedia evita también que el BCE tenga que decir quién puede y quién no puede repartir dividendos, algo que habría estigmatizado a la banca en peor estado.
La decisión adoptada por el BCE permite también a la banca europea no verse discriminada frente a las entidades británicas. Las autoridades de este país decidieron hace unos días levantar la prohibición de repartir dividendos a sus bancos hasta un límite del 25% de los beneficios anuales.
Las restricciones anunciadas este martes por el Consejo de Supervisión del BCE, que dirige el italiano Andrea Enria, seguirán vigentes hasta que termine el mes de septiembre del año próximo. El supervisor ha explicado que, si no se producen hechos «materialmente adversos», la medida expirará en esa fecha y se volverá a valorar el capital y los planes de distribución de los bancos ya de manera habitual.
Advertencia sobre el bonus de los empleados
Por otra parte, el italiano Enria ha enviado también este martes una carta a los consejeros delegados de los bancos de la zona euro para advertirles de nuevo sobre el bonus de los empleados. Enria ha alertado de que el BCE sigue esperando que adopten una «moderación extrema» de los planes de remuneración variable de los empleados hasta septiembre de 2021.
Según la misiva, la recomendación de Enria no se limita a los ejecutivos, sino a todo el personal identificado que tenga sistemas de remuneración variable ligados al riesgo y pueda afectar «negativamente» a la cantidad o calidad del capital de la compañía.
El BCE ha pedido también por carta a los consejeros delegados de los bancos de la zona euro «moderación extrema» en los planes de remuneración variable de los empleados hasta el 30 de septiembre de 2021
En aquéllos casos en los que los planes de retribución sea imposible limitarlos, el supervisor bancario europeo propone que los pagos se realicen en diferido durante un largo periodo de tiempo o en otro tipo de instrumentos que no sean en efectivo.
«El impacto reputacional del pago de las remuneraciones variables durante una situación de crisis global no se debería subestimar, sobre todo en el caso de grandes cantidades, y debería considerarse seriamente, teniendo en cuenta también el importante papel que juegan las instituciones financieras para atajar esta crisis», ha avisado Enria.
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