Economía

El Barça, estandarte del separatismo, huye de Cataluña al llevarse su filial para ahorrar impuestos

El nacionalismo catalán siempre ha buscado tener un altavoz en el Fútbol Club Barcelona, dibujándose desde la creación de la entidad una relación que ha ido siendo más y más cercana conforme avanzaban los años. Del nacionalismo al independentismo, ha sido ya en el siglo XXI cuando el club blaugrana terminó convirtiéndose en estandarte del separatismo con sus diversos presidentes. Quien más pisó el acelerador en este sentido fue Joan Laporta desde su llegada en 2003 y ha sido precisamente de la mano de este declarado independentista cuando el club ha decidido llevarse su filial Media de Cataluña a los Países Bajos para, como explica hoy OKDIARIO, ahorrarse impuestos en el pago de dividendos y buscar una «mayor seguridad jurídica».

La noticia se hacía pública este martes. El club blaugrana ha decidido llevarse la sede de su filial Barça Media a los Países Bajos con el objetivo final de terminar cotizando en Wall Street. Se trata de un movimiento que calca el que recientemente protagonizó Ferrovial, con la diferencia de que la constructora trasladó a Ámsterdam su matriz, mientras que en el caso del club deportivo, se trata sólo de su filial de creación de contenidos. Una unidad de negocio que se espera que sea muy, muy rentable.

Pero es la carga simbólica lo que define esta operación. El FC Barcelona no es una multinacional al uso. En su esencia, es un club deportivo que hace bandera de la Ciudad Condal y del catalanismo por el mundo y que, en los últimos tiempos, se ha entregado sin disimulo al independentismo catalán. Un apego a la tierra al que ahora el club que preside Joan Laporta no ha apelado al posibilitar la huida de su filial Barça Media de Cataluña.

«Derecho catalán a decidir»

Los pasos que la entidad catalana había venido dando en su entrega al independentismo en los últimos años fueron varios y claros. El Barça comenzó a participar en los actos de la Diada cada año desde ese 2003 en que Laporta tomó las riendas del club, reclamando un «Estado propio para Cataluña». Jan cerró su primera etapa al frente de la entidad en 2010 antes de dar el salto a la política, una periodo en el que llegaría a ser diputado del Parlament como líder del partido separatista Democràcia Catalana.

Su antiguo socio y sucesor, Sandro Rosell, presentó una camiseta con los colores de la senyera en cuya presentación, y tras obsequiársela al entonces president autonómico Artur Mas, presumió. «Por primera vez, llevaremos la bandera de nuestro país». Después, llegaría la convulsa etapa de Josep Maria Bartomeu al frente del club, que tras prometer a su llegada que «el Barça es catalán y catalanista pero no hacemos política», acabó posicionando la entidad en la defensa de Quim Torra tras haber sido éste inhabilitado por la Justicia.

Joan Laporta regresó al Barça en 2021 y pronto volvió a entregar el club al independentismo catalán, llegando a firmar un acuerdo con la asociación Òmnium Cultural, que jugó un papel fundamental en el golpe del 1-O, por el cual se comprometían a «apoyar todas aquellas acciones democráticas en favor de los derechos y libertades de Cataluña y poner al FC Barcelona junto al pueblo catalán en su libre ejercicio a decidir su futuro». Un futuro que, por el momento, pasa por el traslado de la filial Barça Media lejos de Cataluña, rumbo a los Países Bajos.