Hernández de Cos

El Banco de España pide a Sánchez «reformas ambiciosas» y un plan de ajuste post-pandemia

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Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, sigue reclamando al Gobierno de Pedro Sánchez una «agenda de reformas estructurales ambiciosa», avisa de la precariedad que aún existe en el mercado laboral y pide al Ejecutivo que prepare desde ya un plan de ajuste del sector público para que se active nada más que acabe la pandemia.

En una discurso en el Cercle d’Economia sobre «La necesidad de una estrategia ambiciosa de reformas estructurales», en el que se analizaba «el modelo productivo en la post-pandemia», el supervisor ha afirmado que «el escenario extraordinariamente complejo que se dibuja como consecuencia de la pandemia hace más necesaria, si cabe, la definición de una agenda de reformas estructurales ambiciosa».

A juicio de Hernández de Cos son unas reformas que «ya eran necesarias antes de esta crisis, teniendo en cuenta la pobre dinámica de la productividad en nuestra economía, la elevada tasa de paro estructural y de temporalidad en el empleo, y los desafíos asociados con el envejecimiento de la población, el incremento de la desigualdad y el cambio climático».

«Retos a los que deberían añadirse aquellos que están emergiendo como consecuencia de esta crisis, como los relativos al posible repliegue del proceso de globalización y a la aceleración de la digitalización de la economía», remacha.

Por otro lado, además de insistir en la necesidad de una «respuesta internacional antes de esta crisis» y en «la necesidad de completar la Unión Económica y Monetaria (UEM) y de fomentar el multilateralismo a escala europea y global», Hernández de Cos sigue insistiendo, en dirección opuesta de las declaraciones públicas de algunos miembros del Gobierno, sobre todo del ala de Podemos, que es necesario tener en cuenta la reducción del déficit desde ya.

El gobernador apunta, por ejemplo, «la necesidad de diseñar una estrategia de saneamiento de las finanzas públicas para su implementación gradual una vez finalice la crisis de la pandemia». Es decir, que hay que diseñar desde ya un plan de ajuste post-pandemia.

Estrategia de política económica

E incide en lo siguiente: «Un efecto importante de una estrategia de política económica que incorpore ya la aplicación de reformas estructurales y un diseño anticipado del proceso de consolidación fiscal es que permitiría potenciar los efectos expansivos de las medidas de apoyo público de corto plazo, que, como digo, son todavía necesarias. No debemos infravalorar el impacto positivo que tal estrategia generaría sobre la credibilidad de nuestra política económica, sobre las expectativas de los agentes acerca de nuestra capacidad de crecimiento y, en definitiva, sobre las decisiones de gasto e inversión de los agentes incluso en el corto plazo».

Y hace dos consideraciones sobre esto último. En primer lugar, que «muchas de las reformas estructurales que son necesarias van destinadas a aumentar la capacidad de adaptación de nuestra economía». Y segundo: que los fondo europeos que movilizará Bruselas deberían servir para financiar las reformas estructurales que necesita el país.

«Estos fondos pueden y deben servir para financiar algunas de las reformas estructurales, más allá de destinarse prioritariamente a la financiación de proyectos que persigan mejorar nuestro crecimiento de medio y largo plazo», remacha Hernández de Cos, que está especialmente preocupado por la falta de «productividad» de la economía española, lo que sin duda afecta a la situación laboral de los más jóvenes.

«El principal factor explicativo del bajo crecimiento potencial de la economía española es el escaso crecimiento de la productividad. En los veinte últimos años, la productividad total de los factores ha crecido en España a una tasa anual promedio del 0,2 %, muy por debajo de la registrada en países como Alemania o Estados Unidos», concluye Hernández de Cos.

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