Inversión

La banca; ¡en el ojo del huracán!

La banca; ¡en el ojo del huracán!

“La expansión del crédito solo está presente si el crédito se concede mediante la emisión de una cantidad adicional de medios fiduciarios, no si los bancos prestan nuevos medios fiduciarios que les devuelven los antiguos deudores”. Ludwig von Mises

¿Está la banca española en peligro de extinción?; ¿Qué se esconde tras las fuertes caídas del Banco Sabadell y Bankia?; ¿Veremos otro caso Banco Popular?

Estas últimas semanas, diferentes medios de comunicación me han planteado diversas cuestiones acerca de un fin común bancario, ¿está el sistema bancario español quebrado? No es de extrañar que preguntas de este estilo lleguen a la mesa de negociación de cualquier agencia y sociedad de valores de España, puesto que la gran controversia que plantea un Ibex  35 con muchos de sus valores en máximos históricos y un sector financiero bajo mínimos, es importante.

Por supuesto que las Bolsas son un indicador adelantado y seguro de la economía, y cómo no, de las compañías que la componen, sin embargo, es bien sabido que las leyes del mercado siempre han sido y serán las mismas. ¡Mr. Market aprieta, cuando exige cambios!

Para comprender bien lo que os quiero contar hoy, es necesario que viajemos al año 2012, en la antesala del rescate del Banco Central Europeo (BCE). En ese preciso momento, la prima de riesgo de la deuda pública española elevaba el coste de financiación hasta el 7,5%. El pánico era trasladado entonces hacia la economía nacional y no fueron pocos aquellos que se propusieron sacar su dinero del país, presos del pánico.

«Si hay reformas, los mercados premian. Si hay problemas, los mercados aprietan»

Por aquel entonces, las agencias de rating y los mercados fueron demonizados, como principales culpables de la especulación. Sin embargo, en los libros de historia quedará, que lejos de ser verdugos, los mercados hicieron un juicio de valor que no debemos de olvidar. Si hay reformas, los mercados premian. Si hay problemas, los mercados aprietan. No confundamos las exigencias del mercado, con una dictadura. El mercado es libre y en ello consiste su maravillosa esencia.

El Estado exigió a Montoro subir los impuestos y recortar el gasto público, un arma utilizada por los partidos progresistas en la actualidad de unas medidas exigidas por la troika, como consecuencia de la nefasta gestión de un gobierno que alimentó la burbuja y de otro que apuntilló la crisis.

En aquel escenario, las eléctricas se convirtieron en compañías exageradamente endeudadas, con un elevado coste de financiación y con un dividendo poco atractivo (si tenemos en consideración el 7,5% de rentabilidad del activo libre de riesgo). Las energías limpias sufrían debido a la falta de visibilidad sobre las subvenciones y sobre un defenestrado mercado de crédito escaso y caro.

Se hizo la luz, y cual ave Fénix del más absoluto pánico renacieron las cotizaciones de unas eléctricas en sus máximos históricos y una Gamesa capaz de resurgir de 1€ a 15€ de cotización actuales. Por supuesto, ahora todos quieren comprar Gamesas e Iberdrolas pero; ¿acaso no fue entonces donde surgió entre tanto caos la oportunidad?

Banca

En la presentación de resultados de las entidades financieras de España, me queda clara una premisa, la eficiencia. Los bancos están sufriendo severamente un problema de márgenes, como consecuencia de los bajos tipos de interés. Los mercados aprietan y exigen puesto que quieren más reformas. Sin embargo, hay dos dudas añadidas que pesan en nuestro país, en contraposición con Europa.

Por un lado, la sentencia definitiva del IRPH y el impuesto a la banca. No cabe duda de que los presupuestos dictarán sentencia en parte importante sobre el corto plazo, pero de lo que tampoco me cabe duda es que en Europa se avista una recuperación económica y esto podría facultar la normalización monetaria. Los bancos siguen ganando dinero, cierto es, pero lo hacen mediante el cobro abusivo de comisiones, cierre de oficinas, EREs y en definitiva, una absoluta revolución sobre un sector que dentro de dos años, no se parecerá en nada al de la época “dorada” de la banca española (2005-2007).

Bajo mi punto de vista, todas estas medidas tienen una connotación positiva, puesto que la banca ha aligerado su tamaño y va centrándose hacia el negocio tradicional de depósitos, préstamos y banca empresa. A los buenos resultados de Santander y BBVA, se le ha añadido la debacle del Sabadell. Aunque es cierto que el ratio de cobertura de dudosos por debajo del 50% es una cifra que hace pensar de facto en el Banco popular, que se declaró en quiebra con un ratio de cobertura de dudosos del 40%…

Sin embargo, el Banco Sabadell sigue haciendo esfuerzos para normalizar dicho ratio, tras la venta de su gestora de activos. Salvando ese dato, claro está que el resto no tiene nada que ver. Por un lado, el Sabadell se ha deshecho de sus activos más tóxicos y su morosidad por debajo del 4% sigue mejorando año tras año. ¿Acaso no existe gran diferencia con un Banco Popular y su morosidad al 12%, repleto de activos tóxicos en su balance?

Es obvio y muy lógico que nuestra banca se encuentre en el ojo del huracán, puesto que el cambio es evidente en un sector que gana en eficiencia. Sufriendo, eso sí, pero sentando las bases de una palanca milagrosa; la de los tipos de interés. La normalización monetaria mejorará sustancialmente la rentabilidad de un sector, en el que probablemente en un futuro no muy lejano podamos exponer una vez más, aquello de que de las grandes crisis nacen las grandes oportunidades. Mientras tanto, las cotizaciones seguirán debatiéndose entre los extraordinarios precios de cotización y el pésimo sentimiento actual de mercado.

Gisela Turazzini

CEO, Blackbird Broker

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