El ascenso de la hija de Adolfo Domínguez asombra a los accionistas: «Ni siquiera habló en la Junta»
Adriana Domínguez ha sido nombrada por su padre, Adolfo Domínguez, directora general de la compañía para “dirigir la renovación y modernización” de la textil. Tras la salida de Estanislao Carpio, el primer director general de la historia de la gallega, es el turno de su hija. Un movimiento que pone de manifiesto su apuesta por personas de su confianza para la gestión. Un nombramiento que, según algunos accionistas con los que ha hablado OKDIARIO, no fue anunciado en la pasada Junta General y que les ha resultado extraño, sobre todo, argumentan, porque en esta cita anual “Adriana no abrió la boca, mientras que Luís Caramés habló tanto o más que el presidente”.
Tras el despido en bloque de la antigua cúpula directiva liderada por Carpio y el fallido fichaje de Kostantin Antimissaris como CEO, Adolfo Domínguez ha decidido apostar por gente de su máxima confianza. Ha limitado el número de consejeros y ha vuelto a su gestión personalista concentrando el poder en sí mismo, en el vicepresidente Caramés y en su hija.
En esta ocasión, Adriana Domínguez, una de las tres hijas del gallego, ha sido nombrada directora general de la compañía por el Consejo de Administración para, según un comunicado oficial, “avanzar en la renovación de la compañía y consolidar su crecimiento”.
La joven Domínguez tiene desde ahora mismo en sus manos plenos poderes ejecutivos para gestionar la empresa de su padre. Lleva 17 años trabajando en la compañía familiar en áreas como las de Comunicación o Perfumes y desde el año pasado trabaja mano a mano con el nuevo Consejo de Administración que el diseñador ha creado ‘a capricho’.
El mismo Domínguez ha aplaudido el nombramiento de su hija: “Adriana Domínguez es la profesional con el perfil idóneo, por edad, por formación, por la cultura empresarial que atesora y el compromiso personal, para pilotar esta nueva etapa”.
Sin embargo, según explican a OKDIARIO algunos de los accionistas presentes en la pasada Junta General, nadie habló de este nuevo nombramiento y, además, “Adriana no abrió la boca en ningún momento”. Por otro lado, sí que destacan el gran protagonismo que tuvo Luís Caramés, vicepresidente de la compañía, “habló tanto o más que el propio Adolfo Domínguez”.
Fuentes del sector aseguran que Caramés, catedrático en Economía Aplicada, es uno de los hombres fuertes de la textil a tenor del gran protagonismo que mostró en la pasada junta de accionistas. De hecho, según las mismas fuentes, Adolfo Domínguez habría estado buscando el fichaje de un CEO, una posibilidad que se diluye tras el nombramiento de Adriana Domínguez como máxima ejecutiva de la compañía.
La misma nota de la compañía señala que para la elección de Domínguez como directora general, y “una vez valorados otros candidatos”, los consejeros “no solo ha tenido en cuenta su preparación, sino también el conocimiento de la firma y su compromiso por mantener su personalidad independiente en el mercado”.
La directiva de la textil gallega será la encargada de presentar al Consejo de Administración en los próximos meses “las nuevas líneas estratégicas de la empresa, en las que lleva meses trabajando con un amplio equipo de profesionales”.
Aseguran los accionistas consultados por este periódico que, además, “van a estar muy atentos a su gestión para ver si realmente Adolfo Domínguez deja el mando o es una simple copresidencia”. Lo que está claro es que, tras la llegada de un equipo directivo ajeno a la compañía, Adolfo Domínguez ha apostado por gente de su confianza a la hora de confeccionar su Consejo de Administración.