¿Cómo afecta a los pequeños comercios que las empresas rompan con la tradición y adelanten sus rebajas?
Desde hace años, el día 1 de julio estaba marcado en el calendario: comenzaban las rebajas de verano. La gente hacía cola en las puertas de los centros comerciales y de las tiendas para ser los primeros en hacerse con los productos a la mitad de precio. En el mercado se esperaba como agua de mayo porque la caja de las tiendas crecía y la afluencia de personas aumentaba.
Sin embargo, cuando pasamos por algunas tiendas, ya vemos los carteles rojos que tanto llaman nuestra atención. En esa tienda ya hay rebajas. Y no se equivocan: desde julio de 2012, cada comerciante tiene absoluta libertad para decidir la duración del periodo de rebajas. Y no solo eso, sino que podrían hacerlo durante todo el año según el interés comercial en base al criterio del comerciante.
Inditex y El Corte Inglés adelantan sus rebajas
Por eso, Cortefiel, H&M, Sfera, Springfield, Women’ Secret, Bimba y Lola ya se han estrenado en las rebajas de verano. Los últimos en sumarse a la lista han sido Inditex y El Corte Inglés, que adelantarán sus ofertas más golosas al 30 de junio por el efecto calendario: cientos de españoles hacen sus maletas el próximo sábado 1 de julio para irse de vacaciones.
Las grandes empresas mueven ficha y cambian de estrategia cada año, adelantando o alargando las rebajas más esperadas por todos los españoles junto con las de Navidad. Pero, lejos de lo que pueda parecer, este libre albedrío en el comercio no ha sido bien acogido por todas las compañías y el debate persigue a las empresas cinco años años después de que se regularizara.
Los pequeños comercios, los más perjudicados
El adelanto de las rebajas por parte de los grandes del textil se suma a los continuos descuentos durante todo el año, como las rebajas de mitad de temporada -más conocidas como mid season-, el Black Friday o las segundas rebajas, «imponen el siguiente dilema al pequeño comercio: o las adelantan también, aumentando así el porcentaje de ventas en rebajas lo que reduce su margen de beneficios; o las mantiene y se arriesga a que sus clientes limiten sus compras a los grandes operadores», explica Cristóbal Ripoll, de la Confederación Española de Comercio (CEC).
Para competir con los gigantes, «se ven forzados a adelantar las rebajas, pese a que son mucho más vulnerables ante cualquier pérdida de rentabilidad» -por su tamaño y dimensión-, apunta Ripoll.
El punto de inflexión se ha visto en las rebajas de la campaña de Navidad, que normalmente comenzaban el 7 de enero. Sin embargo, algunas empresas las adelantaron a plena campaña navideña, antes del 25 de diciembre. «Las últimas rebajas de invierno redujeron el beneficio de las ventas, dificultaron la posterior venta de stock de temporada y dieron pie a una temporada primavera/verano sumamente inestable», asegura el responsable de Comunicación de CEC.
El problema, según CEC, no reside en las promociones puntuales, como pueden ser el Black Friday, un día sin I.V.A., o en el caso de El Corte Inglés, la semana fantástica. «El problema es que el modelo actual ha llevado a un descontrol de los periodos de rebajas y a que algunos grandes operadores realicen constantes campañas de descuentos y promociones», apunta. Por tanto, la solución para la Confederación Española de Comercio es clara: hay que recuperar los periodos de rebajas marcados en el calendario.
El hecho de que haya rebajas en una tienda y en otra no lleva al consumidor a la confusión, aunque sin duda son los más beneficiados ya que se llevan el producto con grandes descuentos. Y ahora, con las nuevas tecnologías, pueden aprovecharlas desde las 00.00 del día que arranquen: están a solo un clic de lo que quieren.
El debate, superado por el e-commerce
En la otra cara de la moneda están las grandes compañías. La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) afirma que la posibilidad de echar marcha atrás no existe. «En la era digital en la que ha entrado el consumo, plantear una regulación de los periodos de rebajas es simplemente imposible. Este debate está totalmente superado por el comercio digital, al que es imposible someter a fechas y periodos de rebajas», aseguran desde la asociación.
Si se fijaran periodos de rebajas, no serían respetados por los grandes operadores del comercio electrónico, según ANGED. Por lo que, lo único que sucedería es que darían alas al e-commerce: «ofrecerían ventajas adicionales a las compras online». La gente preferiría comprar por Internet para aprovechar los descuentos, mientras que las tiendas físicas no serían una opción.
«Lo que tienen que hacer los comercios es adaptarse a este nuevo entorno en el que se mueven sus clientes en lugar de intentar frenarlo. En este sentido, es urgente impulsar un marco normativo moderno y adecuada a la realidad de los consumidores de hoy», mantienen.
Los que se llevarán una alegría con el adelanto y la ampliación de las rebajas serán los clientes: cuanto antes y cuanto más barato puedan comprar, mejor.