Las aerolíneas sufren en bolsa por la subida del petróleo tras la ruptura del acuerdo nuclear con Irán
Las aerolíneas europeas más importantes están cayendo en Bolsa como consecuencia del incremento del precio del petróleo. La ruptura del acuerdo nuclear con Irán por parte de Donald Trump y el anuncio de nuevas sanciones han provocado que el Brent escale hasta máximos desde octubre de 2014.
Tanto IAG (la matriz que engloba a British Airways, Iberia y Vueling, entre otros), como Ryanair, Air France-KLM, Lufthansa o Easyjet registran pérdidas cercanas al 2% en sus respectivas bolsas tras la subida del crudo provocada por las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos e Irán, que es el tercer miembro más grande de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Ellen R. Wall, analista de Investing.com, señala que estas sanciones promovidas por la Administración Trump dificultarán la compra y venta de petróleo iraní porque Irán exige que todas las ventas de petróleo pasen por su banco central: «Hay formas de evitar el uso de dólares en la venta de petróleo, pero no son preferibles ya que el dólar es la moneda utilizada en la gran mayoría de las transacciones petroleras mundiales».
Por su parte, el analista de XTB Joaquín Robles asegura que todavía es complicado valorar los efectos del abandono de EEUU del acuerdo nuclear que mantenía con Irán: «Sin embargo, los primeros efectos han sido fuertes subidas en el mercado del petróleo, ya que los inversores descuentan una menor producción de Irán, fruto de las posibles sanciones de EEUU. A este último factor hay que sumarle los recortes de la OPEP, la reducción en los inventarios en EEUU, que están siendo determinantes para alcanzar estos nuevos máximos desde 2014 en el mercado del petróleo».
«Por otra parte no consideramos que vaya a tener un impacto negativo en la economía, ya que la mayoría de empresas que utilizan el petróleo para desarrollar su actividad económica tienen cubierto su consumo durante un periodo de tiempo determinado, precisamente para que este tipo de oscilaciones no condicione sus resultados», explica Robles.
Ese es uno de los motivos por los que no hay que alarmarse por la subida del precio del crudo, puesto que no repercute de forma tan directa en las aerolíneas. Al menos, no a corto plazo. Y es que el precio de los carburantes ha subido estos meses más que el del resto de productos y, de hecho, la gasolina se encuentra en máximos de 2015. Sin embargo, la escalada no es tan pronunciada como la del crudo y eso se debe a varios factores, pero los principales son la alta carga de impuestos y las tarifas previamente pactadas.
De hecho, la mayor parte del coste del combustible que consumen las aerolíneas lo representan impuestos, refinamiento y distribución. Entre el 30% y el 35% de los gastos de una aerolínea depende del combustible. Eso es una cantidad suficiente como para buscar coberturas de precio que permita precios planos.
Es decir, las aerolíneas, cada una de forma independiente, pactan unos precios fijos durante un período determinado, por lo que se cubren en caso de una subida de precios, pero también están atadas a la hora de una bajada. Por tanto, a los usuarios no les afecta de forma pronunciada esa alteración del precio.