El efecto ‘boomerang’ del boicot a los productos catalanes: golpeará a otras comunidades autónomas

Cataluña

Las redes sociales se inundan cada día de mensajes que pretenden dinamitar el trabajo de las empresas afincadas en Cataluña. Las vías para pedir el boicot contra los productos catalanes son múltiples: mensajes vía WhatsApp, listados de productos catalanes, cientos de tweets y páginas en Facebook siguen siendo protagonistas en medio de esta tensión política que está salpicando a la economía catalana y española.

Lo que algunos no saben es que cuando piden boicotear a los productos catalanes también están boicoteando a las empresas y autónomos proveedores de otras regiones de España. Fuentes oficiales de Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA) ponen como ejemplo el corcho del cava catalán, que se fabrica en algunas localidades de comunidades como Andalucía o Castilla La-Mancha.

Desde la misma asociación apuntan que no manejan datos sobre cómo puede repercutir este tipo de acciones, mientras que la entidad de Cooperativas agro-alimentarias señalan que “ningún socio nos ha trasladado inquietud” sobre el posible boicot a sus productos.

Sin embargo, los empresarios y autónomos están preocupados. Sobre todo porque el conflicto sigue abierto y hay dos bandos claros: algunos que piden el boicot contra los productos españoles y otros que tachan de su lista de la compra los productos catalanes.

Empresarios en contra

Teniendo en cuenta el Análisis del comercio entre las autonomías, un informe elaborado por Convivencia Cívica Catalana, la Comunidad de Madrid, Aragón, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Galicia son las regiones que forman el top 5 de proveedores de Cataluña. Estas cinco comunidades son las que pueden verse más afectadas por el efecto boomerang que tiene el boicot.

También hay sectores específicos que podrían ser más vulnerables. Según un estudio de Convivencia Cívica Catalana, casi un tercio de todo lo producido por las empresas catalanas (31%) depende del resto de España, ya sea a nivel directo, indirecto o inducido. En valores absolutos, más de 130.000 millones de euros anuales. «Este porcentaje de dependencia económica se incrementa en sectores tan relevantes como el comercio (35%), la industria (41%) y la agricultura (45%)».

El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, advertía de este efecto rebote en otras regiones. «Mucha de la materia prima de los productos etiquetados como catalanes o incluso el producto elaborado proviene de Andalucía y del resto de comunidades», ha subrayado.

Amor apuntaba que por ejemplo si se hiciera boicot a alguna empresa de bollería «no se puede olvidar que esa empresa tiene fábrica en Puente Genil (Córdoba) o Sevilla, o que tiene 300 autónomos repartiendo todos los días esos dulces desde las 05:00 horas por todo el territorio de Andalucía».

Como ATA, otras organizaciones también se han pronunciado al respecto. El Círculo de Empresarios ha hecho hincapié en que “no es procedente hacer boicot a los productos catalanes”, al igual que la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), que se ha mostrado en contra porque «boicot es una palabra antagónica a equilibrio, sensatez y prudencia” y que además, entorpecería el efecto de la marca España en el comercio internacional.

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