Djokovic es eterno: martiriza a Zverev y va a por Sinner en Roland Garros
El serbio supera al alemán tras una lección táctica y disipa cualquier duda sobre su estado de forma
Alcanza su 13ª semifinales en Roland Garros donde se medirá a Jannik Sinner

Las exhibiciones de leyendas que decía Toni Nadal deberán esperar. O ir disputándose sin uno de los integrantes del Big Three porque Djokovic no se cansa de ganar. Su voracidad le mantiene en pie a los 38 años mientras sus coetáneos han ido dejando la raqueta a un lado. Este miércoles, cercana la medianoche, rindió cuenta de Zverev, la tercera mejor raqueta del ranking, con una exhibición táctica y física.
El alemán acabó zarandeado ante el repertorio del serbio que alcanzó su 13ª semifinal en Roland Garros. Se cita con Sinner, hueso duro de roer donde los haya. Pero anda que Djokovic no ha bailado en escenarios resbaladizos. Será por experiencia. Su rígida mentalidad, unido a su compromiso consigo mismo le convierten en inabordable.
Porque hay que tener un deber de responsabilidad máximo para no descuidar un cuerpo que roza las 40 primaveras. La confianza no se le agota a Djokovic, que jugará sus 51 semifinales de un Grand Slam, en busca de ese nuevo major que le permita superar a la australiana Margaret Court en la cumbre de la historia.
Contra Zverev fue contundente, aunque inició con set en contra después de sufrir una rotura en su primer juego. Los dos tenistas se hacían daño, pero fue el serbio quien supo hacer una mejor lectura del duelo. Empezó a mejorar los restos privando al alemán de su mejor arma y fue comiendo la moral del rival.