Capitán Cibeles

Cuando Sergio Ramos coronó esta madrugada a la diosa del madridismo se convirtió, otra vez, en el Capitán Cibeles. Porque esta Liga, la trigésimo tercera del Real Madrid, lleva su firma. Y sobre todo su espíritu. Ha sido ese espíritu indomable hecho carne en Sergio Ramos el que ha impulsado al equipo de Zidane para salir de los momentos más difíciles, porque esta Liga no ha sido precisamente un camino de rosas.

En la fría estadística los siete goles del Capitán Cibeles han dado al Real Madrid nueve puntos decisivos para la conquista de esta Liga. Casi nada. Pero el espíritu de Sergio Ramos no se puede cuantificar ni en goles, ni en puntos, ni en millones de euros. El espíritu de Sergio Ramos ha sido un impulso invisible y demoledor, siempre dispuesto a empujar al equipo en las labores más ciclópeas.

Sus goles sobre la bocina han tornado los milagros en actos rutinarios, en una marca registrada de Sergio Ramos como una patente de la heroicidad. El Bernabéu, llegados esos minutos de infarto, apela a su Capitán Cibeles como Gotham encendía la Batseñal para llamar a su superhéroe y salvador.

En esta Liga han sido muchos los goles milagrosos de Sergio Ramos. Todo empezó con el tanto que salvaba un punto para el Real Madrid en el Bernabéu ante el Villarreal (1-1). Siguió con uno de los goles de la Liga, el que marcó en el Camp Nou para evitar la derrota de su equipo (1-1) en una tarde en la que el Real Madrid jugó contra el Barça y contra Clos Gómez.

Pero los milagros de Sergio Ramos no se quedaron ahí. Otro gol milagroso frente al Deportivo (3-2) permitió al Real Madrid irse líder al Mundial de Clubes justo antes de las Navidades. Luego, el Capitán Cibeles marcó un doblete que dio tres puntos ante el Málaga (2-1). Y volvió a ser decisivo al marcar ante el Betis.

Esta temporada, su segunda como capitán del Real Madrid, Sergio Ramos ya ha levantado tres títulos: Supercopa de Europa (con otro gol decisivo), Mundial de Clubes y la Liga 33… y al Capitán Cibeles todavía le queda la final de Cardiff.