Serena Williams hace historia en Wimbledon: séptimo trofeo y 22º Grand Slam

Los años no pasan para Serena Williams. Tiene 34 y sigue batiendo récords. Se ha proclamado campeona de Wimbledon por séptima vez en su carrera tras imponerse en dos sets a la alemana Angelique Kerber por 7-5 y 6-3. Con este resultado la número uno del mundo se venga de la derrota en la final del Abierto de Australia y empata a 22 títulos de Grand Slam con Steffi Graf.

Se queda a tan sólo dos de los 24 logrados la australiana Margaret Court-Smith, que sigue liderando la clasificación histórica de trofeos de Grand Slam. Una hora y 21 minutos necesitó Serena para deshacerse de la que, desde este instante, será la número dos mundial. Le costó arrancar, Kerber comenzó fuerte, plantando cara a la menor de las Williams, quería repetir la hazaña del pasado Open de Australia.

Pero la norteamericana se mantuvo firme y aguantó hasta el final para llevarse el primer set por 7-5. Se empleó a fondo para adjudicarse la primera manga. A partir de ahí fue coser y cantar. Comenzó el show de Serena. La alemana no se rindió e intentó pelear hasta el final pero esta vez no pudo evitar que conquistar su vigésimo segundo trofeo de Grand Slam, el séptimo en el torneo londinense y el segundo consecutivo.

Le ha costado lo suyo. Desde la victoria en la final de la pasada edición de Wimbledon ante Garbiñe Muguruza, no había conquistado ningún otro título de esta categoría. Primero fue Roberta Vinci en el Open de Estados Unidos, luego Kerber en Australia y posteriormente se topó con la española en Roland Garros, donde ésta se coronó campeona. No conseguía superar la barrera de los 21, lo intentaba una y otra vez pero siempre se estrellaba contra un muro, hasta ahora.

Aunque aquí no termina su paso por Wimbledon. Todavía le queda por jugar la final de dobles femenino del certamen londinense donde forma pareja junto a su hermana mayor, Venus. Ambas se enfrentarán en la final a la húngara Babos y la kazaja Schvedova, cabezas de serie número cinco.