La Duodécima empieza aquí

Un reto. Una ilusión. Una obsesión. Un récord. Un verso más en el poema de amor del Real Madrid con la Champions. La Duodécima. Un imposible que jamás un equipo ha conseguido antes: revalidar el título de campeón de Europa desde que se cambió el formato de competición a la Liga de Campeones.

Y el camino hacia la final de Cardiff arranca este miércoles en el Bernabéu. Enfrente, un Nápoles que llega con el aval de su impresionante racha invicto y con más fútbol que pedigrí. Puede que no tenga jugadores archiconocidos para el gran público, pero tiene balas arriba y futbolistas como Mertens, Hamsik o Callejón capaces de hacer un roto a cualquier equipo y que parezca un accidente.

El Real Madrid afronta el reto de La Duodécima con la enfermería casi vacía y el equipo casi de gala. Sólo faltará Bale, cuya reaparición es inminente, pero al que Zidane quiere mimar para que llegue a tope a los meses en los que se empezarán a decidir los dos grandes títulos por los que pelea el equipo blanco: la Liga y la Champions.

Los jugadores del Real Madrid saben que el Nápoles no pondrá las cosas fáciles, pero asumen el reto de que La Duodécima llegue por la vía rápida. La Champions siempre fue la niña bonita del Bernabéu, que se viste con sus mejores galas cuando la competición empieza a restringirse a unos pocos elegidos. A ningún futbolista del equipo de Zidane le tiemblan las piernas cuando llega esta competición. Ya lo dice Zizou: «En la Champions el Real Madrid siempre es favorito».

Tampoco Modric, un jugador atrevido y un hombre prudente, rehuyó el reto de La Duodécima ni de pelear contra la historia. «Somos el Real Madrid. Podemos ser el primer equipo que revalide el título, pero hay que ir paso a paso. Mañana es el primer paso contra el Nápoles y eso es lo importante», dijo el croata.

Lo piensa Luka y lo piensan el resto de sus compañeros. La Duodécima empieza aquí, en el Santiago Bernabéu, y empieza este miércoles. La historia por hacer del Real Madrid.