El Real Madrid celebraría en Cibeles el domingo


Si el Real Madrid logra ganar la Duodécima el sábado en Cardiff ante la Juventus, sólo celebrará en Gales esa noche. El club, apoyado por los jugadores, tiene decidido que lo mejor para todos sería acudir a la Plaza de Cibeles el domingo por la tarde. Sería en ese momento cuando todo el madridismo podría disfrutar de los flamantes campeones de Europa por segundo año consecutivo.
Este cambio de guión puede llamar la atención a una afición acostumbrada a encontrarse con sus héroes en la misma noche del triunfo. Sucedió cuando ganaron la Décima en Lisboa, ese día aparecieron a ver a la diosa pasada las seis de la madrugada, y se repitió tras conquistar la Undécima en Milán. En esa ocasión llegaron más tarde y la claridad ya se podía observar en una lluviosa noche de mayo.
Cuando ganaron hace dos semanas la Liga la plantilla llegó a una más hora prudente tras el partido, pero si se logra la Champions será imposible aterrizar en la capital de España a una hora lógica. Esto provoca que muchos aficionados se vayan a sus casas antes de tiempo debido al cansancio, los jugadores lleguen agotados y la celebración quede muy descafeinada.
Si los hombres de Zidane fueran a Cibeles la misma noche llegarían pasadas las siete de la mañana, si nos fijamos en los anteriores precedentes. De Barajas se trasladarían al Bernabéu y de allí a la plaza madrileña, por lo que el sol y pocos aficionados serían los encargados de dar la enhorabuena a unos futbolistas tremendamente cansados. Así que, a día de hoy, la opción se descarta y las celebraciones se trasladan al domingo por la tarde.
Visita a las instituciones y Bernabéu
Tras una merecida fiesta en el Millennium Stadium que continuaría en el hotel hasta que el cuerpo aguante, los blancos cogerían el avión rumbo a Madrid por la mañana. Una vez aterrizados, posiblemente descansarían, comerían y comenzaría la ruta por la ciudad. En un autobús descapotable acudirían a Cibeles, al Ayuntamiento situado en la misma zona, a la Comunidad de Madrid y, por último, el colofón final en el estadio Santiago Bernabéu. Es decir, repetirían el guión de las dos últimas celebraciones, sólo que también acudirían por la tarde a la diosa.
Así se hizo con la Séptima, Octava y Novena Champions. Siempre durmieron en la ciudad donde se conquistó el trofeo y fue en la tarde siguiente, en esa época entre semana ya que las finales no se jugaban los sábados, cuando se realizaron los diferentes festejos.