Ramos y Piqué, vuelve la guerra fría
El lunes por la mañana todos los focos estarán puestos en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas. La selección española se concentra en su lugar de residencia para preparar los partidos del próximo viernes ante Israel -clasificatorio para el Mundial de Rusia 2018- y el amistoso del día 28 contra Francia, y el mayor aliciente estará en el reencuentro entre dos de los 25 convocados por Lopetegui: Sergio Ramos y Gerard Piqué.
Desde el pasado 9 de octubre, madridista y barcelonista no coinciden en una lista del combinado nacional -se vieron las caras en el último Clásico donde parecía que habían firmado la paz. Ese día en Albania los dos fueron protagonistas por distintos motivos.
Sergio Ramos se tuvo que retirar lesionado en el minuto 79 y el esguince de rodilla que sufrió entonces le hizo estar además de más de un mes de baja, perderse el siguiente parón FIFA del 7 al 16 de noviembre por estar todavía convaleciente.
Mientras tanto, Piqué ya era noticia desde poco antes ya que se había quitado la bandera de España de la manga de su camiseta, provocando otro escándalo más. Esta polémica derivó en su anuncio de que abandonaría la selección a final de la propia cita por la que estaban en plena pelea.
Curiosamente, en el ya citado intervalo de compromisos internacionales siguiente (Macedonia e Inglaterra) tampoco pudo disputarlos el antimadridista en potencia por una dolencia en el tobillo que se produjo diez días después ya con su club ante el Manchester City en Champions por lo que también estuvo en el dique seco tres semanas.
Sergio Ramos, el azote de Piqué
La relación entre Ramos y Piqué nunca ha sido fácil por la rivalidad que tiene Real Madrid y Barcelona, y a veces se ha trasladado a la selección española. Todo comenzó en los tensos Clásicos de la época de Mourinho y Guardiola en los banquillos y se ha intensificado tras las ya mencionadas paces ficticias.
Desde entonces, los lloros del culé por los árbitros no dejan de encontrarse con respuestas sutiles de su homólogo merengue como demostró tras los partidos ante Villarreal y Las Palmas y no viceversa tras el robo ante el PSG del que también han enfrentado declaraciones. Ahora se enfriará un poco el tema con el combinado nacional aunque nunca se sabe de dos jugadores de sangre caliente…