«Hay que apretar el culo y tirar para adelante»

Cuarenta partidos sin perder más dos derrotas en el Real Madrid es igual a crisis. Con una derrota más se pasa a tsunami y cuatro partidos sin ganar son fin de ciclo. Lo saben en los despachos del Bernabéu, lo sabe Zidane, un técnico que ha sido monaguillo de corto antes que fraile, y lo saben los jugadores. Toca aguantar el chaparrón de críticas, las razonadas y las gratuitas.

«No nos pilla de sorpresa, es lo de siempre», dice uno de los veteranos del vestuario del Real Madrid. Los jugadores insisten en que lo del Pizjuán «fue un accidente», pero admiten que ante el Celta no estuvieron a la altura. Eso sí, han decidido blindar el vestuario y hacerlo impermeable a las críticas.

«Toca apretar el culo y tirar para adelante», asegura uno de los capitanes del Real Madrid. No es la primera vez que los jugadores del equipo blanco se ven en el centro de la diana de las críticas. Están acostumbrados. Tienen callo e incluso algunos más concha que un galápago. «Los grandes equipos se ven en las derrotas y no en las victorias», afirma a DIARIO MADRIDISTA uno de los ayudantes de Zidane.

Después del partido algunos jugadores del Real Madrid ya se olían lo que iba a pasar. Por ejemplo, Marcelo: «Hemos partido dos partidos seguidos y parece que somos el peor equipo del mundo”. O Kiko Casilla, que aseguraba que ahora «está claro que todo el mundo fuera del entorno nos va a pegar palos, pero somos un grupo unido, un grupo fuerte y es una motivación para salir de esta. Mucha gente nos estaba esperando y lo sabíamos”.

Ahora el vestuario del Real Madrid está más blindado que nunca. Los jugadores saben que deben reaccionar cuanto antes y que en la Liga toca reivindicarse y hacer el quite del perdón ante el Bernabéu. Ya habrá tiempo después del partido de este sábado para pensar en el duelo de Balaídos. Ni Zidane ni sus futbolistas dan la eliminatoria por perdida, pero eso ya es meterse en Malagón y primero hay que pensar en el Málaga.