La noche en la que Neymar se despidió de otro Mundial
Neymar vivió una de sus noches más complicadas como jugador de fútbol. El ’10’ de Brasil quedó apeado del Mundial de Rusia demasiado pronto ante una tremenda Bélgica que pasó por encima del combinado dirigido por Tite. En su noche más aciaga en este campeonato, en la que no le salió nada, vio cómo su sueño mundialista se esfumaba.
A Neymar le acompañó el desacierto general de sus compañeros. El delantero lo intentó una y otra vez, pero no le terminó de salir nada, sobre todo en una primera mitad donde Bélgica golpeó dos veces y a Brasil le fue siempre esquiva la fortuna.
En la segunda parte, con una Brasil decidida a buscar una igualada que nunca llegó, Neymar tiró definitivamente de su equipo. Encaró, buscó, tiró y fingió, aunque no coló. Se dejó caer en el área de manera descarada y el árbitro serbio no picó. Su piscinazo fue tan evidente que él mismo pidió que no se revisara el VAR, no fuera a ser que terminara viendo una amarilla que le hubiese dejado sin jugar unas semifinales que finalmente no disputará. Tuvo la última oportunidad, pero Courtois, el protagonista positivo de la noche, la evitó.
Neymar terminó el encuentro visiblemente afectado. Si frente a Costa Rica se derrumbó por culpa de la presión que supone el ganar un partido en el tiempo de descuento, en esta ocasión las lágrimas eran de tristeza. Del que sabe que ha perdido una oportunidad de ser campeón del mundo siendo el líder de la pentacampeona.
El crack brasileño llegó a Rusia como referencia absoluta de la canarinha. Y eso siempre son palabras mayores. Tras el fracaso de 2014, donde Neymar sufrió una lesión en cuartos de final ante Colombia que le dejó sin disputar las semifinales frente a Alemania, esta cita le llegaba en el momento perfecto. Todos le esperaron cuando se lesionó con el PSG, cogió ritmo en la fase de grupos, lució frente a México en octavos y, cuando llegó el primer rival de entidad, las cosas no salieron. Su sueño y el de todo un país se esfumó.