Nadal tampoco puede en Roma
Rafa Nadal también se despide antes de lo esperado del Masters 1.000 de Roma. Lastrado por el dolor crónico que volvió a agudizarse en su pie izquierdo, sucumbió en tres sets frente al canadiense Denis Shapovalov (1-6, 7-5, 6-2), que se cobró venganza del último Abierto de Australia. Cuando estuvo bien, el balear dominó con claridad el partido, pero a medida que aumentó el sufrimiento físico se le fue escapando el duelo hasta una inevitable eliminación.
Nadal, que protagonizó un espectacular arranque de temporada con tres títulos consecutivos (Melbourne, Australia y Acapulco), ha perdido el aura durante la gira de tierra batida y llegará a Roland Garros sin un solo trofeo sobre su superficie favorita. Se ausentó en Montecarlo y el Godó por una fisura de costilla, cayó ante Carlos Alcaraz en cuartos de Madrid y ahora tampoco pasa de octavos en la capital italiana. La búsqueda de otra Copa de los Mosqueteros parece más complicada que otros años, pero con el rey de la tierra batida nunca se sabe…
Después de enterrar en su debut al gigante John Isner (6-3, 6-1) , Nadal se enfrentaba al volcánico Shapovalov, número 16 del ranking mundial, que llegaba con ganas al duelo después de lo ocurrido en el ‘Grand Slam’ australiano, donde cayó en cuartos de final después de cinco sets. Sin embargo, el duelo pasó al recuerdo porque el canadiense perdió los papeles y acusó de «corruptos» a los árbitros por no señalar una penalización por tiempo al balear.
El primer set fue un paseo militar para el cuatro del mundo que no hacía presagiar lo que pasaría después. A Shapovalov ya le costó un mundo sumar su primer juego al servicio, después de levantar tres bolas de rotura, pero su ejercicio de fe no tuvo continuidad. Simplemente no pudo oponer resistencia. Nadal ejecutó a la perfección su plan y convirtió a su rival en un guiñapo durante el resto de la manga. Después de apuntarse cinco juegos seguidos, la primera ventaja importante de la noche estaba en su zurrón.
Muy doloroso
Pero el norteamericano no se hundió y así lo demostró desde el juego inaugural del segundo set, que se llevó después de 19 puntos disputados y tres puntos de ‘break’ en contra. Animado por el logro, encadenó otro, su primer juego al resto de la noche, que posteriormente confirmó hasta colocarse 4-1 arriba.
Nadal reaccionó, le devolvió la jugada en el séptimo juego y llevó el parcial hasta el 5-5 después de levantar una primera bola de set en contra. Sin embargo, cuando más penalizaban los errores cometió dos más que inesperados: dos dobles faltas que le condenaron a ver cómo el partido se alargaba hasta el tercer set.
Y entonces volvió a levantarse un muro de dolor. Infranqueable. El escafoides de Nadal aguantó hasta el 2-2. Desde ese momento, empezó a cojear ostensiblemente cada vez que se frenaba el juego y sus muecas de disgusto confirmaban el sufrimiento que estaba arrastrando. En estas condiciones, ya no pudo pelear en condiciones y Shapovalov firmó los cuatro últimos juegos rumbo a la siguiente ronda. Cruel despedida del Foro Itálico, donde el balear tendrá que seguir aguardando para aspirar a su undécimo título.