Nadal pasa por encima de Pella y ya está en tercera ronda

Roland Garros vuelve a ser lo que era con la versión más arrolladora de Rafael Nadal. El tenista manacorense pasó por encima de Guido Pella (6-2, 6-1, 6-1) en un encuentro de segunda ronda en el que pudo verse al diez veces campeón de Roland Garros en todo su esplendor. La derecha del número uno imposibilitó cualquier atisbo ganador de su rival, que acabó rendido y obligado a dimitir del cuadro del torneo parisino.

Nadal, después de un estreno dubitativo por el altísimo nivel mostrado por Simone Bolelli, llegaba a la Suzanne Lenglen para medirse con Guido Pella, un jugador muy sólido desde el fondo de la pista y que le venía como anillo al dedo al manacorense a estas alturas del torneo. Los palos de Bolelli daban paso a unos intercambios repletos de ritmo con los que sumar horas de vuelo y, posiblemente, una victoria fácil.

Si Rafa estaba a tope, los golpes de Pella no tenían por qué hacerle más daño del deseado y el encuentro, como parecía en la previa, se movió al antojo del número uno desde un primer momento. A pesar de la ausencia de roturas de servicio por parte de ambos bandos, la ventaja siempre pareció a mano de Nadal a poco que subiera un mínimo su nivel sobre la tierra de París.

Algo fallón al principio, la máquina balear fue engrasándose y en el sexto juego quebró el servicio de Guido, en lo que resultó el inicio de un parcial que marcó el encuentro de forma definitiva. A partir de este juego, Nadal pasó a conceder la absoluta nada a un rival frustrado por el muro que le colocaba los golpes en su campo al doble de velocidad y el doble de efecto de los que él enviaba. Un espejo multiplicado.

Nadal pasa el rodillo

Tras el finiquito del primer set, Rafa no aflojó lo más mínimo y su juego sí pareció el del diez veces campeón en Roland Garros. Pella seguía sin encontrar el toque y el rosco en el segundo set estuvo a punto de confirmarse, de no ser por la honrosa reacción del argentino un juego antes de que Nadal acabara por cerrar en 6-1 el penúltimo parcial del choque.

«Me quiero morir», dijo Pella cuando confirmó que su rival en segunda ronda sería Nadal, y el tiempo demostró que el argentino no iba desencaminado, deportivamente hablando. En un abrir y cerrar de ojos, Rafa tomó ventaja también en la tercera manga, con un rival en la lona que sólo pudo alargar unos minutos su estancia en el segundo Grand Slam de la temporada antes de ceder ante el rey.