El nacimiento del Mundial de Clubes que desembocó en el fichaje de Di Stéfano
Antes del actual Mundial de Clubes, y de la extinta Copa Intercontinental, se jugó en Venezuela la Pequeña Copa del Mundo de Clubes. Este torneo enfrentaba al campeón de América y al de Europa en la década de los 50 del siglo XX. El torneo lo ganó en una edición el Millonarios de Alfredo Di Stéfano. No está reconocido por FIFA, UEFA o CONMEBOL
Cuando ahora se habla de Mundial de Clubes 2018 todos los aficionados futbolísticos reconocen a este torneo ya asentado (aunque con dudas en el futuro de seguir existiendo) en el que se reúnen los campeones de todos los continentes (más el equipo anfitrión, que es el ganador de la liga del país en el que se celebra el campeonato) y que sustituye a la anterior Copa Intercontinental, que solo la jugaban el campeón de Europa contra el campeón de América.
Sin embargo, mucho antes de esta reunión de equipos mundiales el Mundial de Clubes 2018 tuvo su precedente 60 años antes. El actual torneo se creó en 2000, aunque no fue hasta 2005 cuando se hizo de forma regular cada año. Más de medio siglo antes, en Caracas, la Federación Venezolana de Fútbol se inventó un torneo a medida de lo que es el Mundial de Clubes, conocida con el paso del tiempo como ‘Pequeña Copa del Mundo de Clubes’.
La participación de Di Stéfano
Y ese torneo, no reconocido de forma oficial, fue clave en la historia del fútbol, porque fue la definitiva confirmación de uno de los mejores jugadores de la historia, Alfredo Di Stéfano, que ganó en 1953 esta competición con el Millonarios de Colombia y posteriormente se fue al Real Madrid, que participó en tres ocasiones y lo ganó dos años.
Aquella Copa del Mundo, organizada siempre en Venezuela e impulsada por varios empresarios, se disputó entre 1952 y 1957 (aunque retomada en 1963, ya con menos influencia) y lo jugaban los campeones de América y Europa más algún conjunto invitado. Carece de todo valor para FIFA, UEFA o CONMEBOL, que no la reconocen como oficial, pero fue sin duda el germen de lo que sería enfrentar al mejor equipo europeo contra el sudamericano en lo que después fue la Copa Intercontinental.
En 1952, el primer año de la competición, el Real Madrid ganó el torneo. Aún quedaban cuatro años para la construcción de la Copa de Europa. En 1953 lo ganó el ‘Ballet Azul’ (así se denominaba a ese equipo) del Millonarios donde se encontraba Alfredo Di Stéfano. El argentino ya destacaba y el Madrid se fijó en él, así como en el torneo de los 50 años del club en el que el Millonarios fue invitado al Bernabéu.
Precisamente fue en este torneo, en 1963, cuando Alfredo Di Stéfano fue secuestrado en Caracas, algo que finalmente también acabó con la competición por los problemas que existían entonces. Tras ello se celebraron seis ediciones más, pero sin apenas relevancia. Venezuela perdió así un escaparate internacional, ya que cada año aglutinaba a los mejores equipos para un torneo que constaba de una única fase de grupos.
Ahora, 65 años después, la FIFA tiene un torneo a imagen de aquél, que fue pionero entonces aunque siga sin ser reconocido por los grandes organismos del fútbol. A Venezuela fueron los mejores equipos y los mejores jugadores. Allí estaba Di Stéfano, que meses después ficharía por el Real Madrid en uno de los movimientos que cambiaron la historia el fútbol. Era la Pequeña Copa del Mundo de Clubes, hoy olvidada por muchos.