La muralla del Inter aguanta al Oporto y consigue el pase a cuartos
El Inter de Milán regresó a unos cuartos de final de Champions League después de 11 años de travesía por el desierto. El equipo dirigido por Simone Inzaghi aguantó el gol de ventaja que les dio Lukaku en la ida con maestría. El Oporto lo intentó por todos los medios, pero fue incapaz de encontrar una fisura en la portería custodiada por Onana. En el descuento se toparon hasta en dos ocasiones con los palos.
El conjunto italiano supo contener a un Tademi que pasó muy desapercibido en el duelo perdido entre la contundencia de Bastoni, Acerbi y Darmian. Los italianos tuvieron oportunidades con el veterano Dzeko en el ecuador de la primera mitad obligando a Diogo Costa a sacar lo mejor de su repertorio.
La segunda parte tuvo como principal imagen un tirón de pantalones de Dumfries a Galeno que dejó al jugador del Oporto en paños menores. El Inter aprovechó esa distracción para empezar una serie de pérdidas de tiempo que desquiciaron al equipo local y que tuvieron un efecto positivo con el resultado a la postre.
Los italianos consiguieron que no ocurriese mucho en lo que restó durante el partido logrando defender con mucho oficio las acometidas de unos portugueses que no tuvieron claridad de cara a portería rival. El equipo italiano cogió la máquina del tiempo para ejercer un catenaccio que sólo se enseña en Italia.
Cuando todo parecía resuelto, el tiempo de descuento de siete minutos trajo muchas emociones a la eliminatoria. En apenas 30 segundos, los portugueses estrellaron dos balones contra el palo tras sendos cabezazos de Tademi y de Grujic. El equipo luso descubrió demasiado tarde que el juego directo podía dejar groggy a su rival y ya no tuvo más oportunidades.
El puesto del técnico del Oporto Sergio Conceiçao corre serio peligro tras esta prematura eliminatoria europea y porque están a ocho puntos del Benfica en el liderato de la Liga Portuguesa.