Miles de independentistas ondearon sus esteladas en el Calderón durante el himno nacional
Era lo que se esperaba y lo que la Delegación del Gobierno en Madrid intentaba evitar: que el Vicente Calderón se convirtiera en un aquelarre independentista, en una intolerable manifestación de propaganda secesionista de aquellos que quieren romper España. Pero un juez lo permitió y durante el himno nacional el estadio rojiblanco se inundó de banderas esteladas.
Los independentistas, camuflados de seguidores culés, utilizaron el momento del himno para manifestar sus reivindicaciones y su desvergüenza al demostrar una nueva falta de respeto con una masiva y atronadora pitada, sólo silenciada por los cánticos de la afición del Sevilla.
Pero además de los pitos al himno y al Rey de España, que aguantó de nuevo el chaparrón en el palco con gesto impertérrito, las miles de esteladas ondearon entre la afición barcelonista, quizá como un ejercicio de contestación y de desobediencia, como una forma de manifestar de nuevo que no se sienten cómodos bajo la bandera de España.
Su Majestad el Rey Felipe VI observaba la escena sin pestañear, ejerciendo como Jefe del Estado y como diplomático al mismo tiempo, mientras la mitad del Calderón se inundaba con las banderas esteladas. Fue un juez el que permitió que entraran las banderas independentistas al estadio amparándose en la libertad de expresión, la misma que tantas veces se ha conculcado en Barcelona, donde no se ha permitido en innumerables ocasiones que luzca la bandera de España.
Una vez más, por desgracia para todos, la política y las reivindicaciones secesionistas acapararon los focos de la final de la Copa del Rey antes del partido. A partir de ahí, se acabaron las banderas y el protagonista fue solamente el fútbol.