OSASUNA VS BARCELONA: JORNADA 14 DE LIGA

Messi y Suárez salvan al Barça de un pinchazo en Pamplona (0-3)

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Luis Suárez anota a placer el primer gol del Barcelona. (AFP)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Luis Enrique sigue caminando por la cuerda floja. Su Barça no convence, pero volvió a sumar los tres puntos tras dos jornadas consecutivas empatando. Luis Suárez salvó a su técnico del desastre ante un Osasuna muy bien organizado, voluntarioso y que mereció un mayor premio. El uruguayo abrió el marcador en posición antirreglamenta que puso a los azulgrana en vanguardia para no volver a mirar atrás. Posteriormente, Messi sentenciaría tras rematar el segundo pase de la muerte de la mañana de Jordi Alba y de jugaba personal en descuento.

Las cartas quedaron marcadas desde el inicio del duelo. Osasuna entró con la idea de cerrarse atrás y jugarlo todo a la carta de la velocidad de Sergio León. El ariete tuvo la primera con 90 segundos de partido transcurridos. Piqué se tuvo que emplear a fondo para desviar un lanzamiento que tenía visos de poner en apuros a Ter Stegen.

El Barça manejaba el balón plácidamente y las ocasiones, por mucho que Caparros se empeñaba en ensuciar el partido, irían cayendo del lado visitante. Luis Suárez y Messi encumbraron a un Nauzet que se vino arriba sacando balones ante los mejores delanteros del mundo cuando hace escasos meses jugaba en Segunda División.

El uruguayo tuvo en sus botas la más clara cuando controló dentro del área y a la media vuelta estrelló su disparo en el poste. El delantero no podía creerse su desdicha ni la de un Barça que en la primera media hora mereció un tanto.

Sin embargo, la posesión dejó de estar en dominio tan claro para los culés. Y fruto de ello Oriol Riera disfrutó de la ocasión local más clara de la primera mitad tras un centro de Miguel de las Cuevas que no llegó a rematar por milímetros. El Barça no respondía. Su circulación de balón era excesivamente lenta. La presión alta inicial se había perdido.

Messi cambió el destino del duelo

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Messi no tuvo compasión de Osusuna. (AFP)

El descanso sirvió a Luis Enrique para refrescar conceptos. Messi bajaría a jugar como un centrocampista más y el Barça lo notaría a la postre. Sin embargo, el primero en golpear nuevamente fue Osasuna y Sergio Leon. El ex del Elche hizo un prodigio de jugada combinando regate, velocidad y remate. Su sorpresiva vaselina sobre Ter Stegen fue repelida en el larguero en la mejor ocasión de los locales en todo el choque.

El Barça, sin embargo, había ganado el centro del campo con Messi incrustado en la conducción. El argentino dio un salto de calidad que precedió la gol. Encontró la incorporación de Jordi Alba hasta línea de fondo y Luis Suárez la remató a placer en posición de fuera de juego. Todo El Sadar protestó ante otra decisión arbitral que favoreció a los culés, pero el tanto subió al marcador.

El gol dio calma a un Barça que empezó a marear a un Osasuna que tenía dudas con su plan: seguir esperando al rival en su campo o subir las líneas. En el limbo de dicha duda, volvió a aparecer Messi para sentenciar el partido. El argentino encontró a Jordi Alba en un magnífica incorporación nuevamente hasta la línea de fondo para sentenciar a un rival que presentó mucha batalla, pero que no contaba con un plan B.

En el descuento, Messi se enfrentó a toda la defensa rival y como en los viejos tiempos desbordó hasta a cuatro rivales para anotar su undécimo tanto en la Liga y superar a Cristiano y Suárez como el máximo realizador del campeonato doméstico. El Barça vuelve a la senda de la victoria, aunque con un leve empujón arbitral.

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