Máxima crueldad: el Atlético remonta un 3-1 y gana en la prórroga
La final de la Copa del Rey se esperaba vibrante y no defraudó. En un calco de la final de la Champions que enfrentó a los mismos equipos en categoría absoluta, donde el Madrid quería proponer y el Atleti hacer todo lo posible para que los blancos no sacaran su juego y aprovechar la mínima oportunidad, comenzó un duelo apasionante. El equipo dirigido por Santiago Solari fue el primero en amenazar la portería rival. A los cuatro minutos Dani Fernández ponía un centro que se paseaba por el área colchonera y un minuto después San Ramón se hacía gigante ante Mario y Fidalgo para evitar que los blancos se adelantaran. El siguiente en golpear sería el Atleti y estos no fallaron.
En el minuto 13, Álex pierde el balón en el lateral provocando un dos contra uno ante Luca Zidane que termina con el gol de Zaka. El Atlético ya tenía lo que quería y el Madrid, que lo había hecho todo bien, debía remar contra corriente. Cinco minutos le duró la sonrisa a los rojiblancos y la amargura a los merengues. Los minutos que tardaron en volver a poner las tablas los madridistas.
Mario centraba desde la derecha y Garci no fallaba ante San Román. Lo más difícil estaba hecho para el primer juvenil madridista. Dos minutos después, en el 20’, se iba a repetir la jugada con diferentes protagonistas para hacer el 2-1. Achraf ponía un centro al corazón del área y Mario, el autor de la asistencia en el primer gol, fusilaba al Atlético con un gran cabezazo.
Pero el Madrid estaba desatado y quería más. Los de Valdebebas no dejaron de atacar hasta volver a encontrar el premio. A los 27 minutos Fidalgo era víctima de un claro penalti y Mario no fallaba desde los once metros para hacer su segundo gol del partido y poner dos goles de ventaja.
Durante el resto de la primera mitad el monólogo blanco continuó. Los blancos pudieron aumentar la ventaja y el Atlético solo inquietó la meta de Luca Zidane con un disparo lejano. Finalmente nadie más iba a marcar y ambas escuadras se retiraron a los vestuarios con sensaciones diferentes.
El Atlético resucitó
La segunda mitad comenzó con un Atlético necesitado. Esto le llevó a buscar la portería madridista para buscar un gol que redujera la ventaja y Toni Moya lo consiguió a los 51 minutos de partido. El rojiblanco se internó en el área y su centrochut despistó a Luca para que el balón terminará dentro de la redes del Madrid. El filial rojiblanco encontró lo que buscaba, marcar en los primeros minutos.
El gol resucitó al Atleti y noqueó al Madrid. Los rojiblancos buscaban la igualada ante un Luca Zidane que no estaba por la labor de permitirlo y el Madrid, desconectado en ataque, se defendía como podía. Sólo Garci con un disparo lejano inquieto a San Román en los primeros 20 minutos del segundo acto.
El paso de los minutos fue apagando las ganas atléticas y el Madrid comenzaba a ganar terreno. Achraf, el lateral que mete goles, estuvo a punto de hacer el cuarto del Real Madrid, pero su disparo se marchó a córner.
Los minutos iban pasando y la emoción seguía creciendo. Ambos conjuntos se tomaban una tregua hasta que Toni Moya volvía aparecer para comenzar un nuevo partido en el minuto 82. El atlético conducía la pelota en la frontal y soltaba un zapatazo imparable para Luca Zidane. 3-3, todo igualado y toca volver a empezar para ambos.
Dani Gómez tuvo la última en el minuto 92, pero San Román sacó su hombro para evitar un gol que hubiese dado el título al Madrid. No había tiempo para más y nos íbamos a la prórroga. 30 minutos más de emoción.
El cansancio acabó con los blancos
Comenzaba la prórroga con un Madrid decidido a marcar, pero fue el Atlético el que encontró el premio con un golazo en el minuto 6 del tiempo extra. Los blancos fallaban en la salida del balón y Solano batía a un Luca Zidane adelantado con una gran vaselina.
El resto de la primera mitad de la prórroga fue un calvario para el Real Madrid. Luca Zidane y el palo salvó a los blancos de una desventaja mayor. Con el susto en el cuerpo se llegaba al final de los primeros 15 minutos.
En la segunda mitad de la prórroga el Atleti tiró de control para dejar pasar los minutos sin que el Juvenil A blanco pudiera lograr un gol que llevase el partido a los penaltis. La final concluyó y el Madrid veía como se cerraba una temporada en la que se compitió por casi todo, pero no se logró nada.