Una víctima perfecta para Cristiano
Cristiano Ronaldo recibe a una de sus víctimas favoritas. El Málaga visita el Santiago Bernabéu, un estadio en el que no ha ganado en su historia. A ello, hay que sumarle los 16 goles que el delantero portugués ha marcado en el mismo número de encuentros. Llegan además en el momento perfecto para él. El jugador del Real Madrid lleva tan sólo un gol en Liga y tratará de reencontrarse con el gol, después de curar sus heridas en Champions ante el APOEL.
El el último partido liguero disputado por los madridistas, Cristiano no logró perforar la portería de Oblak, pese a que lo intentó. La frustación volvió a apoderarse de él, como acostumbra últimamente en el campeonato, donde no consigue ver puerta. Ahora, el conjunto madridista necesita de la aportación en ataque de su estrella para tratar de recortar puntos al Barcelona, que está diez arriba.
Después del doblete conseguido en Liga de Campeones esta misma semana, Ronaldo quiere poner fin de una vez por todas a su falta de gol en la competición doméstica. Para ello, tendrá enfrente a un rival al que le ha hecho nada menos que 16 goles en toda su carrera. El pasado año, sin ir más lejos, no marcó en el Bernabéu, pero sí que lo hizo en la visita de los madridistas a La Rosaleda, donde cantaron el alirón tras vencer 0-2 en la última jornada.
Benzema, en la misma situación
Karim Benzema será el acompañante del luso en la dupla de ataque de Zidane. El ariete francés está más que cuestionado por parte de la afición madridista. Sin embargo, le pasa algo parecido a Cristiano. El Málaga se le da bien. Benzema -con unos promedios goleadores lógicamente más bajos a los de su compañero-tiene también facilidad para batir la portería malacitana.
Siete veces ha visto puerta ante el conjunto boquerón en los 13 partidos en los que se ha medido a ellos. Tras llevas tan sólo dos tantos en toda la temporada, el galo hizo otro doblete ante los chipriotas en Champions, siendo el encargado de abrir la lata.
El pasado año -y ante la baja también de Bale- portugués y francés fueron una vez más pareja de baile en la ciudad de la Costa del Sol. El conjunto blanco se jugaba el título, estaban obligados a ganar. Y lo hicieron. El Real Madrid se impuso por 0-2 y los dos fueron los encargados de firmar los goles madridistas.
Este sábado vivirán, como entonces, otra final. No ganar, supondría decir adiós al título liguero, antes de comenzar el mes de diciembre. Por ello, no pueden fallar. En frente tendrán a un equipo al que le han hecho 23 goles entre ambos. Los dos vienen de desquitarse en Chipre y quieren confirmar ante el Málaga que están de vuelta.