JUEGOS OLÍMPICOS RIO DE JANEIRO 2016

Majlinda Kelmendi, la judoka que no se vende por amor a Kosovo

Majlinda-Kelmendi
Majlinda Kelmendi posa con el primer oro de la historia de Kosovo. (AFP)

Dicen que el dinero lo puede comprar todo. Que todo tiene un precio. Pero eso no es así. Hay algo que nunca se podrá comprar, los sentimientos. Los Juegos Olímpicos son sentimientos. Sentimientos que florecen para bien o para mal. Ese cosquilleo que se siente al escuchar el himno de tu país en lo más alto del podio, es lo que no se puede comprar.

Eso es lo que le ha sucedido a Majlinda Kelmendi, que el pasado domingo ganó el oro en yudo -52. No fue un oro cualquiera, fue el primero para Kosovo después de ser reconocido por el COI como país a finales de 2014. Estos no eran los primeros juegos para Kelmendi, ya compitió en los Juegos de Londres respetando a Albania, pero sí los más especiales.

La que también fuera abanderada de Kosovo en su primera cita olímpica aseguró que: «Siempre he querido participar en unos Juegos con la bandera y el himno de Kosovo. Hoy me siento feliz porque he soñado con este momento durante mucho tiempo, otros países me ofrecieron muchos millones para que compitiera por ellos, pero he rechazado todas las ofertas para sentirme como me siento hoy. No hay dinero en el mundo que pueda hacerme sentir como me siento hoy».

«Esta medalla significa mucho para mí y para mí país. Es un momento histórico, no solo por el deporte, sino por lo que supone para Kosovo como país. He trabajado duro durante cuatro años para este día y para este momento. ¡Me sentí tan feliz cuando subí al podio! Sabía que no estaba contenta solo por mi familia, sino que había hecho feliz a todos los kosovares y a todos los niños que me veían como una heroína en la tele. Es un sueño hecho realidad», explicó Kelmendi. 

Además, el entrenador de Kemendi, Driton Kuka, ex judoka que nunca pudo competir en unos Juegos Olímpicos debido a la guerra de los Balcanes, ve ahora recompensado tanto esfuerzo y sacrificio. Kuka y su familia ayudaron a construir un gimnasio donde la flamante campeona olímpica comenzó a entrenar en el año 2000. Ahora, 16 años después, han tocado el cielo. 

Lo último en Deportes

Últimas noticias