El mundo del deporte alucina todavía con una escena poco común. Pri Heldes, una jugadora de voleibol profesional del equipo brasileño Fluminense, que milita en la máxima categoría en el país carioca, ha jugado un partido de playoff visiblemente embarazada. Con 33 años y en su quinto mes de gestación, la deportista quiso ayudar a su equipo y el vídeo se ha hecho viral rápidamente en todo el mundo.
Las imágenes de Pri Heldes con la equipación en pleno partido con su barriga de embarazo claramente visible generaron una ola de comentarios de apoyo, admiración y también cierta polémica. Algunos usuarios en las redes sociales cuestionaron si era seguro para ella —y para el bebé— participar en un deporte de alto impacto en esa condición. Sin embargo, la jugadora fue clara en sus declaraciones a la prensa: «Mis médicos me autorizaron a jugar. Solo me dijeron que no me cayera boca abajo».
Además de su trayectoria como atleta, Pri Heldes ahora se convierte en un símbolo de empoderamiento para muchas mujeres. A menudo se asume que el embarazo obliga a abandonar ciertas actividades, incluso antes de que existan razones médicas para hacerlo. Sin embargo, su decisión de seguir jugando invita a repensar los estereotipos que rodean a las mujeres embarazadas, especialmente en ámbitos físicamente exigentes.
En el plano técnico, su participación está siendo dosificada cuidadosamente. No juega todos los partidos ni todos los sets, y su actividad se ajusta día a día a su estado físico. Sus compañeras de equipo y entrenadores también han mostrado total apoyo, adecuando las rutinas y ejercicios para que pueda seguir integrando al equipo sin riesgos innecesarios. El Fluminense también emitió un comunicado señalando que respeta la decisión de Pri Heldes y que su bienestar, junto con el del bebé, es la prioridad del club, que destacó la profesionalidad y el compromiso de la jugadora.