El líder socialista inglés orgulloso de la bandera del país: pide que la selección la use en su camiseta

El líder de los socialistas ingleses, Keir Starmer, ha pedido a Nike que cambie el diseño de la Cruz de San Jorge, emblema de la bandera de Inglaterra, que aparece en la camiseta de la selección de fútbol de los leones para la Eurocopa de 2024. La firma norteamericana cambió el típico color rojo de la cruz por rayas azules y moradas, lo que despertó críticas de la ciudadanía y ha llevado al político laborista a pedir que vuelva la enseña clásica. «Es algo de lo que estar orgulloso», ha declarado Starmer.

Nike presentó esta semana la nueva equipación de Inglaterra para la Eurocopa que tendrá lugar en Alemania en 2024. El diseño sobrio de la elástica se inspira en la que usó el combinado inglés en el Mundial de 1966, único trofeo que consta en las vitrinas de los leones. En el nuevo diseño prima el color blanco, como es habitual en la camiseta local de los anglosajones, con ribetes azules y algún detalle menor en rojo.

La bandera que ha ocasionado la polémica está en el cuello, que tiene un acabado en azul oscuro. Es ahí, concretamente en la espalda, donde se sitúa la Cruz de San Jorge, aunque con un diseño diferente. El palo vertical está en tres tonos diferentes de rojo, a modo de degradado, mientras que el travesaño horizontal está en otros tres colores: azul marino, azul claro y morado. «Una actualización divertida». Así es como Nike ha descrito este rediseño en sus redes sociales.

A playful update to the 🏴󠁧󠁢󠁥󠁮󠁧󠁿 of St. George appears on the collar to unite and inspire. pic.twitter.com/lXEjXhbIJO

— Nike Football (@nikefootball) March 18, 2024

Los comentarios a esta nueva equipación no tardaron en llegar. En respuesta a esta publicación, se preguntaban «a qué banderas de otros países le has hecho esto» o «qué tiene de malo una cruz roja normal como la bandera». Otro de los usuarios argumentaba que «no era divertido» sino que era «propaganda ideológica».

«Tenemos que estar orgullosos»

La polémica no se ha circunscrito solamente a las redes sociales, sino que ha saltado hasta la política. El líder laborista, Keir Starmer, se ha lanzado a pedir a Nike que devuelva la clásica cruz roja a la camiseta de la selección. En declaraciones a The Sun, el socialista británico explicó que la bandera «es unificadora» y que «no necesita cambiarse, solo tenemos que estar orgullosos de ella».

Starmer se ha reconocido como un «gran fan del fútbol», confesando que va a «partidos de Inglaterra, femeninos y masculinos». Y ha explicado que en esos encuentros «la bandera es usada por todos».

«Creo que deberíamos reconsiderar esto y recuperarla. No estoy totalmente seguro de que puedan explicar convenientemente por qué piensan que fue necesario cambiarlo en un primer momento», ha añadido el líder laborista en declaraciones al medio británico.

Los políticos de todo el espectro ideológico se han opuesto a este cambio. Desde Starmer, en la izquierda hasta Lee Anderson, parlamentario de Reform UK, en la derecha. Anderson se ha unido a aquellos que pensaban que esta decisión se basaba en la ideología woke, término con el que se critica a las nuevas tendencias de la ideología progresista.

El diputado de Reform UK ha señalado que «alardeo moral, ñoño, sobreactuado de lo woke debe parar». «Otra cosa de estas y me marcharé en el primer vuelo a Ruanda», ha ironizado Anderson, en alusión al programa de deportaciones al país africano que ha propuesto el Gobierno británico para los inmigrantes ilegales solicitantes de asilo que lleguen al país.

La equipación se venden en la tienda oficial de la selección por 146€, mientras que la réplica oficial de la camiseta puede adquirirse por 100€. Un precio que también ha sido objeto de crítica por parte de los aficionados al fútbol en Inglaterra, así como por parte de Starmer.

El político laborista lidera ahora mismo las encuestas, según la BBC, que refleja que los socialistas obtendrían el 44% de los votos, algo que se podría traducir en más de 400 diputados de los 650 que tiene la Cámara de los Comunes, algo que le daría una holgada mayoría en la Cámara Baja británica.